Continuando con su importante labior de critica micropolitica al muchas veces alienado compartamiento cotidiano, Wilfredo Ardito nos esntrga un articulo, tomado de Reflexiones Peruanas , que es tanbien un buen recurso para paliar el usual arrinconamiento del trasportista publico como chivo expiarorio. -LE DEBO ENTONCES Wilfredo Ardito Vega Una tarde primaveral regresaba en una combi a mi oficina, después de almorzar, cuando, en el paradero de Tomás Guido, a la altura del centro comercial Risso, subieron dos mujeres. Bastaba ver sus facciones para darse cuenta que eran madre e hija, aunque acaso deseaban enfatizar la semejanza llevando el cabello teñido del mismo color. Las dos avanzaron hasta sentarse al fondo, cerca de mi asiento, y continuaron una conversación bastante personal, sin preocuparles que las escucharan los demás pasajeros. -Me critica porque gasto en sombras, maquillaje, tinte de pelo –decía la hija -, pero por mi trabajo yo tengo que lucir bien. En silencio, intenté...