Suelo pasar mucho tiempo en los puestos de venta de musica en provincias. Algo se tiene que encontrar mas abajo de la ruma de nombres comunes y estilos que acompannan el neoliberalismo. En Abancay, tierra de Ernesto y dona Felipa, que acaba de reaparer en Andahuaylas, he conocido personalmente a Wilber Tamayo, gran guitarrista y cantante que parte de Manuelcha Prado, algo de Atahualpa Yupanki, musica Ayacuchana y arreglos propios y novedosos para entregar unos sonidos extraordinarios. Lo he buscado en you tube, con velas y lamparin, pero nada. Pero la que si aparecio en cd y en you tube es Tula Cajigas. Extraordinaria y rescatable. No solo por los carnavales tambobambinos, notoriamente distintos a los de Ayacucho, sino porque su festivo y profundo estilo de cantar se oye poco. Tiene, por el momento tres entregas en you tuve, de las cuales Chinka Chinka es una obra maestra musical, lirica, y visual. Aqui la economia visual, lejos de los efectismos de otros videos, nos presenta a una artista que remonta proundidades de tal modo que no hay conflicto entre la imagineria evocada por el sonido y la imagen vista en la pantalla. Gran logro del realizador hecho posible por la sobriedad con que se maneja Tula Cajigas. Mejor hubiese sido si no hubiese mantenido la ladilla de su logo en la parte inferior de la pantalla todo el tiempo. Pero aqui hay un tratamiento estetico de un fenomeno que equivocadamente se llama folklore. Tukuy sunquywanmi chayta uyarinaqa.
Poéticas indígenas y originarias.