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ASI CANTA WIRACOCHA ( o la Musa Andina). Moisés Castillo Florián

  Moises  Castillo, Premio Literario Trujillo-2019 y publicado por el FEMT-Fondo Editorial Municipalidad de Trujillo, Perú. comparte una muestra de su poesía.


 

HARAWI INAUGURAL

               1

Pescadores, eso somos…

Y en el mar del amor,

Peces de desamor pescamos.

En las redes del amor,

Esos peces y mariscos de la vida,

Son seres libres, libres.

Como tú y como yo,

Sagrado Cangrejo, de río-mar…

De río, que aún quiere amar.

                2

Así, te escapas Ñusta mía,

Bienamada Urpy andina.

Así te vas de mis labios y manos

Pez amado… bien amado.

Y pensar, que te tuve

Entre mis versos y abrazos,

Como si ahora, hace tiempo…

Allá en los andes tan amados

Y en otros confines lejanos.

¿Aún lo recuerdas, amor mío?

               3

Y, aunque fui un dios,

De luces y sombras

(Con su dolor a cuestas),

También soy hombre, ahora…

Y, entre carnes y trajes humanos,

Amé, como los mortales.

Amé con pasión, sin cesar,

Como olas de playa bravía,

Como bosques de la Amazonía.

Allí te encontré, y allí

Te perdí, señora mía…

Y soy un Ollanta-Orfeo,                                                                                                          Buscando su Musa andina.

Punzante, comedia real,

Incesante, tragedia imperial. 

              4

¿Por qué te perdí, si te amaba,

Como aman los inmortales?

¿Por qué parece que te hallo,

En trajes de ñusta moderna,

Pero eres un fantasma todavía?

Por ti bajé de mi cielo poético,

Para subir a tu beso y cabello.

A tu beldad de maíz y cantuta

(Que era mi Olimpo andino,

Mi soledad, aferrada a tu piel

Y a tu andinista ser…)

Para qué te perdí, y te hallo

Fortuita, así de pronto,                                                                                              Llegando a mi deseo solícito,

Hasta mi drama inmortal,

Que aún quiere amar, amar…

               5

Preguntas tras preguntas…

¿Inquietudes sin responder?

Hasta que no te vea…

Hasta que no te ame

De nuevo, amor hontanar.

Dolor de montaña y mar…

Si soy un dios que amó y amó,

Y aún quiere amar y amar:

¿Cómo matar al humano desamor?

Quizás te olvidaste de mí, amor,

Paloma de fuego para mi dolor.

¡Pero yo no, amor. Yooo nooo!

 

 

DESDE LA 16TH STREET (a mi Hno. Paul)

Hasta en Washington D.C.,

Nacen águilas y quetzales,

Y hasta palomas andinas. Lo sé.

                         Nacen y renacen,

Entre perspectivas y cementos

De mis sueños, y el dolor

De unos besos perdidos

En mis propios extravíos:

De divino humanizado,

De animal transfigurado.

(Si en estos versos-besos perdidos,

Me reencuentro extraviado,

Poesía resurrecta, Musa insepulta,

¿Qué le vamos a hacer?...)

Corren aguas y memorias,

Por el Potomac y el Amazonas:

Corren ellos… Los hermanos

Abatidos, perseguidos, reunidos,

Aquí y ahora. Sacra hora,

De un presente casi eterno.

Gran Manitú y Wiracocha:

Los hermanos de América toda.

Los crucificados y descrucificados

(Los que beben de mis manos

Y los que ya no caben en mi pecho).

Los “volveré y seré millones”:

Desde el soberbio Norte, aquí,

Hasta el Sur, sufriendo en mí.

Drama injusto. Teatro absurdo,

Miran mis ojos, ciegos de tanta Luz.

513 añitos de indiferencia…

Para sufrir y sonreír, nomás.

                   Alas del Gran Espíritu,

Cóndores y palomas. ¡Aquí!

Águilas y quetzales. ¡Ahora!

 

 

 

2 ODAS A TRUJILLO 

                     -I-

“Todos vuelven al lugar                                                                                               Donde nacieron…” (cantado)

Ser y volver al señorial Trujillo.

Poesía… ¿Para qué?...

Volver a ser adobe, huaca Mochica

Y buen ciudadano Chimor.

A ser desierto de verde esperanza.

Volver a ser. Ser para volver:

A ser castillo herido, flor deshojada,

Marinera y huayno familiar.

La sangre complejísima

Y necesaria… La sangre al fin.

Volver tras las flores-espinas coloniales

Y la barca de totora de Naymlap.

A ser adobe mudo, pirámide habladora,

Amor perdido en una gota oceánica,

Del Chicama y del Virú…

“Todos vuelven al lugar                                                                                                     Donde nacieron…” (cantado)

Volver a ser, el señorial Trujillo.

Poesía… ¿Para qué?...

                    -II-

(Cantando, con aires chamánicos)

Hay días que golpean este canto y afán,

Con sones de sufrir y odas de soledad,

De Trujillo a Londres y Paris. 

De Trujillo a Londres y Paris…

                                    

Son días seculares. Y no lo sé.

Sólo siento en mis entrañas divinas,

En mis cuerdas órfico-andinas,

Que anida un Poeta en mí…

¿Qué es ser poeta-profeta, y sentir?

La profecía, es poesía humana también.

                     Es esta herida profana,

Que llora aquí, en Londres y Paris.

Que llora aquí, en Londres y Paris…

 

Trujillo la sana. ¿Su llama libertaria

De cholos hiperbóreos, la sanarán?

Su heraldo rojo y dionisiaco,

Su guaca Mochica y derruida,

Sus cuyes chamánicos,                                                                                                   Inmolándose en mi costado,

Su Moche, en mi río de aguas

Alienígenas, ¿la sanaron ya?

Con dolores de parto. Paren así,

Gordas paren las iras poéticas,

Queriendo hacerse liras angélicas,

En Trujillo, Londres y Paris. 

En Trujillo, Londres y Paris…

 

 

 

 

ARAVICO EN MACHU PICCHU  

          -Qué queréis que te diga, poeta de Machu Picchu:

        ¡Despierta, de una vez, poeta de Machu Picchu!”- Zenón Lacar

                   -1-

Soy 1 con la piedra sobre piedra

Y obrero de la roca y la memoria…

Las vírgenes que aún habitan 

Esta arcadia y santuario,

Me traen agua pura, lluvia fresca.

Y maíz sacro, y chicha vitalista.

Para nutrirnos todavía,

Para nutrirnos todavía…

                   -2-

Las piedras no comprenden,

Aman lo que amo

Sienten lo que siento.

Dialogan conmigo…                    

-¡Poesía, entre mi clímax!-                                                                                                                                                           En silencio telúrico-estelar,                                                                                              De templo, torreón y abismo:

¿Vivimos por poetizar,

Este maremagno-maravilla?

¿Vivimos por poetizar,

Este maremagno-maravilla?

                      -3-

Volar hasta ser cóndores,

Y ser más humanizados,

Más artistas de Lo infinito…

Y ser la piedra filosofal,

Sol interno, de alas peregrinas.

Como lo sagrado de esta hora.

Y volar… hasta soñarlo.

Y volar… hasta soñarlo.

                      -4-

Las ñustas llaman a los obreros

Y jardineros. Y todo es pasado,

Presente sempiterno…

Que no pasa; no pasará.

Y todo es río que nos ahoga,

Y fuego que nos incinerará.

Hoy día, todo es Machu Picchu,

Y yo escribo, escala y taladra

La tierra y el cielo. Haciendo

Templos y casas para ellos.

Cortando acantilados, con risas

Y harawis, hasta formar

Este mar de piedra y paz,

Este mar de piedra y paz…

                       -5-

Un mar de amores y de hayllis,

Es Machu Picchu-Wayna Picchu.

Qué mar de piedra sobre piedra;

De alpacas que vuelan y 

Quentis que anidan, aún en mí.

Pecho solitario, nieves solidarias,

De los Andes orgullosos,

De volver a su Parnaso,

De volver, junto a mi estrella,

Que es y no es de aquí,

Que es y no es de aquí…

                       -6- 

Aquí, ahora, entre mí…

Que soy 1, con las miles 

De piedras y la madre Tierra,

Con el bravo puma-cóndor.

El sagrado Amaru y

El vejo Amauta ya renuevan 

Sus antiguas vestiduras,

Su andinista Poesía,

Entre mi alma y mi piel,

Entre mi alma y mi piel...

                     -7-

Mar de amores terreno-siderales,

Es Machu Picchu del Perú…

Amor que quema, amor que vuela,

Amor que se enamora de mí.

De mí, que soy la misma

Piedra sobre piedra 

Antara de cristal y tierra,

Silencio de solsticio…

¡Grito de Intihuatana!

Sanando dolor y desamor, 

Sanando dolor y desamor.

                       -8-

Y soy la piedra humana,

La misma roca “inanimada”,

Las moles laboradas por mis manos,

Enlazadas con los abrazos,

De los waikis, que se fueron

Tras el vuelo de los cóndores.

Para ser canto que canta

Y piedra, para siempre,

Y piedra, para siempre…                                                                                                   

                     -9-

Y soy feliz de que exista

Este solsticio de invierno,

¡Ah, Raymi-Renacimiento!

De esta hora inmortal

Con su junio inmemorial…

De este fausto Inti-Inka, 

Hurtando e iluminando

El sacro fuego de los dioses

En mi frente, para bien,

En mi frente, para bien…

                       -10-

Desciendo al Apu Machu Picchu,                                                                                              Con mis parabienes de hombre,

Con mis desamores de dios.

Con mis piedras redivivas 

Y poemas humanistas,  

Que hace mucho esculpí…

Desciendo desde el Hanan Pacha,

Con mis ojos de Chacana,                                                                                                   ¡Ciegos de tantísima Luz!

Desciendo, porque asciendo

El Apu  Machu Picchu.

Y, soy tan feliz…

Inmensamente feliz.  

 

 

¡TIMELESS TIWANAKU!  

¿Por qué Puma Punkhu,

Tus piedras colosales, cedieron

Ante las “crucespadas”, aquella vez?

¿Por qué cayó tu Bello templo,

Tu Cosmos maravilloso?

¿Para qué te lloro, hoy?...

Poéticas y Cosmo-ciencias,

Del Akapana y el Kalasassaya,

Eternos, ¡SOMOS! ¡SOY!…

Del Inti-Sol y Cruz del Sur,

De amor amando entre las piedras

Sobre piedras e ideas,

Como dioses pétreos, otra vez.

Todo esto es TIWANAKU:

Templo, Casamata y Parnaso,

De Tunupa-Wiracocha, pueblo ordenador

Andino, quien: “Ya vino y ya vuelve,

Tras lo Comunal y ser Millones”, otra vez.

 

Luego de este día, otro soy:

Arte y ciencia, Yo-Soy…

Y arcilla y roca elaborada,

Bajo la tierna y eterna mirada

De la “Portada del Sol”.

Los arqueólogos no desentierran

Templos ni pirámides;

Nos revelan la conciencia 

Y cosmo-ciencia de los Andes.

No desempolvan piedras,

Sacan a luz mi amor de siglos,

Mi dolor enmohecido,

Por los brutos de las cruces y

Espadas de contra y anti-poesía:                                                                                                   A perdonar, nomás, y evolucionar;

¿Hay, acaso, otra digna salida?

Todos ellos me miran regresar

Al ético-estético Tiwanaku, hoy;  

A ser, el buen amor de ayer, hoy…

A mirar la eterna Cruz del Sur,

Como hombre-dios; a ser puerto

De este lago sacro, otra vez. Sí, hoy.

 

No volví a mi Tiwanaku,

A ser dolor y soledad, otra vez.

Vuelvo a ser amaru, kuntur,

Titimallku y qenti, otra vez.

Ave de amor, felino de paz.

¡Apus, achachilas y wamanis,

Son testigos que volví, a enamorarme

De mi Pueblo-Amor, aquel!

A ser poema y pasión…

A ser un mar de amor, otra vez.

 

¡GRACIAS, JALLALLA, GRACIAS!

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