Carlos Olazabal, uno de los mejore editores del Peru comparte el ultimo numero de la siempre interesante Pututu 61 dedicado a las mujeres ollantinas.
MUJERES OLLANTINAS
Si bien, siempre la mujer ha cumplido un papel importante, principalmente en el seno familiar, no se le ha dado su real importancia, siendo su trabajo visto como algo sin importancia. Sin embargo, en los últimos años, la posición que tienen las mujeres dentro de la sociedad y la familia ya es visto con nuevos ojos.
La mujer andina se caracteriza por ser luchadora, no se arredra ante las circunstancias de la vida. Es la pareja del hombre, con quien, hombro a hombro, trabaja de sol a sol, ya sea en la chacra, sembrando o abonando, o en los cerros cuidando su ganado o también en la casa, haciendo “maravillas” para que su despensa alcance a alimentar a todos sus hijos.
La mujer ollantina, digna heredera de Quri Ocllo, la valerosa esposa de Manco Inca que murió asaeteada precisamente en Ollantaytambo, lucha diariamente ya sea cultivando las chacras, cuidando a sus animales, comercializando productos, tejiendo mantas o confeccionando su vestido. Su papel no se limita, al tradicional de encargarse del cuidado de su casa.
Las nuevas generaciones de ollantinas, se capacitan para entrar a un mercado laboral muy exigente, muchas de ellas se dedican a la nueva actividad de la industria turística. Algunas apuestan por quedarse en su pueblo y, desde ahí, luchan por tener un mejor papel dentro de la sociedad, asumen diversos cargos directivos,
como, Regidoras, subprefectas, jueces, y ya no solo se dedican a la tradicional profesión de maestra, ahora son abogadas, arquitectas, doctoras o ingenieras. Otras forman empresas, principalmente dedicadas al rubro turístico, donde, de acuerdo a las circunstancias del mercado, tienen mucho éxito.
Muchas otras, buscando nuevas oportunidades para desarrollarse, desde los años 50 del siglo pasado, migran. Algunas a Arequipa o Lima, donde trabajan y estudian, otras al extranjero, a lugares completamente diferentes, donde en base a su pundonor y constancia, logran salir adelante. Sin embargo, todas ellas, mantienen un vínculo con su pueblo. Muchas retornan periódicamente a celebrar sus fiestas y colaboran con la mejora económica de sus familias. Si bien ya tienen un proyecto de vida en las nuevas tierras donde viven, entre sus proyectos están las de retornar a su terruño.
Ahora el papel de las jóvenes es muy importante en la vida social ollantina. Participan activamente en diversas organizaciones en bien del cuidado de la naturaleza y del patrimonio cultural.
Las ollantinas son mujeres resilientes, que en base a su esfuerzo están consiguiendo un mejor lugar en la sociedad y ayudando a forjar un mundo mejor, con respeto a la cultura comunitaria, a sus creencias, a su historia y a su medio ambiente.
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