¿POR QUÉ NO EXISTE UN LIDER?. Nilo Tomaylla

Nuestro llaqtamasi apurimeno Nilo Tomaylla autor de las Crónicas del silencio -cuyo principal persónaje es el General Iquichano Navala- y de El canto del ruiseñor -que cuenta la historia de una reencarnación de Juan Choqne que recupera su imagen en Lima-  contribuye  al debate sobre las categorías andinas, señalándonos  que la "otredad" es un concepto occidental muy limitado, para lo cual da ejemplos de Levitan, Habermas, Marx  e incluso Bolivar. Ya anteriormente Nilo ha planteado la necesidad de una escritura post arguediana en la cual los andinos no escribimos para afuera, en traducción cultural. Pero lo mas importante es  su visón, nuestra vision, del lideraszgo en la protesta. Que no debe ser único. Gracias Nilo

Nilo Tomaylla y el senador Carlo Sommaruga, durante la manifestacion frente a la ONU, en Ginebra, en apoyo al Perú (foto: Alexis Camacho).

¿POR QUÉ NO EXISTE UN LIDER?

 

Por Nilo Tomaylla.

 

Atendiendo al debate abierto por mi paisano Fredy Roncalla, en su trabajo “categorías sociales” que trata entre otras cosas, sobre el movimiento actual de los runas en todo el Perú y su llegada masiva a la capital de la república por las reivindicaciones políticas que son concomitantes a las económicas y sociales, os entrego estas reflexiones sobre todo por la ausencia de un organismo o un individuo que lidere dicha manifestación.

Durante los levantamientos de los finales del siglo XVIII por quechuas y aymaras que empezó en la región quechua, Cusco, dirigido por Tupac Amaru II y  luego se extendería a la región aymara con Tupac Catari, en el virreinato del Perú y de la Plata de entonces; se acuñó, probablemente cerca a la derrota de los rebeldes, la frase “volveremos y seremos millones”. Pues es eso. 

Esta “marcha” hacia Lima nos da la razón que en 242 años los problemas del Perú, no estaban resueltos. Porque somos los mismos que perdimos a nuestros lideres descuartizados por cuatro caballos, hoy perdemos la paciencia frente a un Estado injusto como en la época de los borbones; para rebelarnos sin armas, en cada pueblo en cada camino y con una marcha sobre Lima, símbolo de una ciudad aristocrática, donde se decide la vida y la muerte de millones de peruanos. 

Hay que tener en memoria que aquellos lideres durante el virreinato perdieron la vida al lado de sus esposas.

Si somos millones no necesitamos lideres, sobre todo cuando la política peruana moderna es chacra de mala semilla, de políticos que terminarán siempre en las cárceles.

Se habla de una minoría que manifiesta -apreciación falsa desde la prensa y desde cierto progresismo intelectual- aun si sería minoría, constituiría la vanguardia de millones que pensamos como ellos: no queremos a Dina Boluarte ni al Congreso en su conjunto. 

Estoy en desacuerdo con conceptos reduccionistas como pueblos aborígenes o minorías étnicas. Si hay una minoría étnica son esos que no representan ni el 5% de la población peruana y que viven bien, sobre todo en Lima. Minoría protegida por la policía, la fuerza armada, la iglesia, la prensa y de aquellos que parasitan de los recursos de un país tan rico, en manos de un puñado de peruanos y multinacionales extranjeras. 

Sin duda esta rebelión sin armas, pacífica y sin lideres derrumba paradigmas de los movimientos históricos.

La filosofía política desde los griegos hasta la europea, no podrán hallar y explicar las raíces donde se nutre el alma andina[1]. Puesto que para ellos somos completamente desconocidos. Hay que pensar que si la visión de Paris o Nueva York desde el Perú, es panorámica, al revés es invisible. Siempre lo fue. Tal vez los primeros escritores, llamados cronistas, fueron los que mas se aproximaron a la realidad de estos reinos, salvando contextos. Pero el advenimiento de la modernidad, del positivismo y pensamientos afines complicó mas aun esta situación: Los millones de manifestantes de hoy con 60 ejecutados de manera extrajudicial, quedan invisibles.

Me acuerdo de un profesor universitario, en el Cusco, que veneraba al positivista Marqués de Lombroso y a su teoría del delincuente nato. A medida que describía las características físicas del criminal nato aparecían pueblos, continentes enteros, el mismo perfil del catedrático condenados a un destino fatal: Los otros eran los delincuentes, menos los occidentales; este señor nunca nos enseñó el criticismo para llamar por su nombre: que esta teoría era abiertamente racista.

Es esta aceptación religiosa de enunciados extraños a una sociedad como la nuestra, la andina, que constituye la traba para un desarrollo epistémico autentico de la realidad peruana.  Sufrimos el síndrome del periquito o del ventrílocuo de repetir y aplicar lo importado. 

Jurgen Habermas, de la escuela de Frankfurt, habla de la inclusión del otro y Enmanuel Levinas habla simplemente del otro. La otredad como categoría filosófica de comprender o de acercarse al diferente, probablemente valido para la sociedad occidental, donde hubo una afluencia de otras “razas” extra continentales, como producto de la descolonización o la dinámica de tiempos modernos.

Lo prosaico es también que los pensadores nacionales – muchos de ellos con educación en Europa y América del norte- prediquen la misma retahíla de tristes tópicos, subordinando a todo un gran pueblo, “descubierto” tan solo hace 500 años pero con orígenes anteriores a la biblia y a los clásicos greco-romanos, a un pensamiento de segunda mano de una elite nacional dominante.

Las fuentes “teóricas” del conocimiento del pensamiento andino emanan de la oralidad que practican las comunidades indígenas. Yo provengo de una de ellas. Un elemento que les ha permitido remontar embates hasta hoy son sus instituciones de reciprocidad y el Yo colectivo como eje en la administración comunal. Cuando vemos marchar por las calles de los pueblos del interior y hacia Lima, ataviados con sus mejores trajes, portando banderas bicolores o sietecolores, las elites, con ese tropismo anti-indio, empiezan a disparar calumnias y balas de verdad. Inventan un retorno del terrorismo o la presencia de un ubicuo Evo Morales, hasta en la sopa ¿de dónde sacan tanto dinero? Se preguntan. En nuestras comunidades no hay dinero, se trabaja colectivamente para comer lo que produce la tierra. Así es. 

De lo que estoy seguro es que hasta hoy, de nosotros, de los indios, de los runas, de los “marrones”, amen de otros apelativos, siempre han escrito los otros, ahora empezamos a escribir nosotros mismos, hacer nuestra historia, pero sin ofender al otro. Sencillamente en este “alma” andina, están ausentes esa filosofía, ese pensamiento o esa religión avasalladoras, que nos impuso la conquista. 

Roncalla habla en su trabajo personal “Categorías Andinas” de la antropología “simbólica” en pos del “buen salvaje”. Estos modernos misioneros con lápiz y cuaderno de notas, no nos han comprendido del todo. Menos los literatos, excepción de J.M. Arguedas, quién es el que mejor se aproximó al mundo quechua. La filosofía se quedó siempre en los gabinetes dieciochescos, el marxismo, felizmente sin Marx2, influyó en movimientos y en el pensamiento andinos. Pero siempre con la visión economicista que ve al indio como simple problema de la tierra, sin cosmovisión, sin religión, sin filosofía propias, por tanto no apto para ser gobernadores de un proyecto nacional. Pero las llamadas comunidades nativas no solo han dado el alimento diario, a través de su diversidad agraria, al peruano y muchas veces al mundo, sino sentaron bases de una administración comunal que son fuentes que llevamos en nuestro ADN cultural; estos son: la reciprocidad y la pluralidad que se inscriben en el ayni y en el ñoqanchis, enriquecidos  con la presencia del elemento femenino, no del feminismo; hoy mas que nunca se ha visto esta presencia. Los voceros del gobierno tienden hacer creer que estos movimientos son subvencionados por el comunismo y el narcotráfico, una excusa falaz. Hay mujeres detenidas y hombres asesinados por los esbirros de Dina Boluarte y su lugarteniente Alberto Otárola, estos con gestos de una falsa soberbia -saben que van a pagar sus delitos- quieren camuflar tamaño crimen ante los ojos de la prensa internacional y organismos de defensa de derechos humanos. Sabemos que el dinero sucio lo reciben los ricos no los que marchan y marcharan por un país mejor para sus hijos y los hijos de sus hijos, mismo dejando mártires en el fragor de sus luchas.

La democracia griega, la europea y la americana, no hay que olvidar, se forjaron sobre las espaldas de los esclavos y el auge de un colonialismo de saqueo y muerte. Pero la democracia decente se practica precisamente en las comunidades, donde hay el voto directo: Yo viví mi infancia en una comunidad ágrafa al lado de mis abuelos maternos. Para nombrar una autoridad o el lugar donde debería cultivarse las papas, iban los hombres a la asamblea. Mi abuelo consultaba con mi abuela par tomar decisiones. No era un asunto de hombres, era de familia, luego del ayllu. Esta practica perdura en la conciencia colectiva del hombre y la mujer andina3.

Pero la democracia peruana sabe a farsa en la forma y en el fondo: en un país con alto índice de analfabetismo y baja instrucción del civismo se obliga votar en papelitos. Los candidatos una vez elegidos perjuran su juramento de Por Dios y por la patria trastocándola en Por Dios y por la plata; son poderosos mientras ejercen su quinquenio, aunque después tienen que ir a dormir a las cárceles. Porque si al menos optaran por un voto directo, publico y a la mano, en algunos sectores de la población, seriamos una sociedad que nos inspiramos en los valores democráticos que ejercen nuestros pueblos. Pero no, la cultura política, debemos copiar de los estándares made in. 

Este movimiento, cuya arma pacifica es la marcha, una movilización nunca vista en la historia republicana es un gong de advertencia para los gobernantes corruptos y sus aliados. En estas manifestaciones como repito las cabezas visibles son las mujeres y del lado colectivo son las manifestaciones culturales y artísticas, eso es el rostro lozano de esta rebelión, los políticos profesionales de la llamada izquierda se quedaron a la ribera de este aluvión humano que bajaba desde las alturas. Los próximos pretendientes al palacio de Pizarro o al de la plaza Bolívar, quedan avisados. El Pueblo con mayúscula delega el poder de gobernar a los que van administrar sus bienes, porque este pueblo que fue condenado al trabajo informal,  tiene una fabulosa fortuna bajo sus pies. Quiere políticos limpios, con las uñas bien cortadas, no los malolientes de estos días que están en el palacio de Pizarro o Bolívar. No importa que sea de qué color, lo que importa es que garantice la mejor administración con pleno empleo y con empresas privadas y estatales sanas. 

La llamada derecha, si existe, es siniestra y desalmada, a Pedro Castillo le tenían un odio visceral porque la representante del neoliberalismo, Keiko Fujimori, fue derrotada en las urnas electorales. Pedro Castillo si bien no hizo obras de gran envergadura, como presidente de centro derecha era un peligro para el modelo instalado por Fujimori y aherrojado por una constitución ad hoc. Hay que mencionar que los últimos indicadores económicos fueron favorables al Estado peruano, comenzaba haber una mejora en la colecta, porque la multas y deudas, de las grandes firmas sobre todo, por concepto de impuestos, empezaban a confluir en las arcas del Estado; esto es imperdonable para estos grupos y personajes que se han acostumbrado hacer el “perro muerto” a los peruanos. De otro lado, los contratos ley a largo término con ventajas constitucionales para empresas mineras corrían peligro en cuanto a su renovación.

Yo quiero insistir con cifras a los argumentos políticos. Por ejemplo la minería es el sector que más vende hacia el extranjero, eso significa 60% de la exportación. Es un indicador que va inflar el crecimiento económico representado por el PIB. Pero esto en qué beneficia a la sociedad peruana, si las minas no les pertenece. Sobre todo no sabemos cuánto de beneficio deja en las cuentas del país, cuanto aporta. Es opaca las informaciones tanto de la BCR o la de INEI, organismos que deberían informar con transparencia, los componentes de las políticas tributarias y cuentas nacionales. Yo creo que este sector, con tanto volumen de venta no llega al 20% de aporte fiscal.

El poeta Nicanor Parra compuso un poema ecuación: Hay dos panes. Usted se come dos. Yo ninguno. Consumo promedio: un pan por persona.

Estos versos nos dan una lección sobre el engaño de algunos datos macroeconómicos. En el Perú desde la aplicación del nuevo modelo de Vargas llosa y compañía, ejecutado por Alberto Fujimori, el sector industrial ha muerto, el resultado es: 70 por ciento de trabajadores son informales, es la única estadística que es verdadera, son ellos que marchan. Paradójicamente son esta inmensa mayoría que aporta el dinero para los gastos públicos, a través del impuesto indirecto del consumo; y de esto son pocos los que aprovechan, estos mismos que no quieren que cambie la situación. Por eso el golpe a Castillo a quien le sembraron el cuento del autogolpe, como a su vicepresidenta le sembraron muertos, quién probablemente pronto le acompañará en la soledad y la sombra.

Castillo de otra parte fue prisionero del partido que le llevó al poder y de su poca visión de la realidad peruana. Se rodeo de bribones, convirtiendo a Chota, en un símbolo de fracaso.

La rebelión del pueblo peruano es la respuesta a estas manipulaciones históricas y a otros engaños. 

El Perú mientras los asesinos mediatos y directos no estén presos no empezará hacer el duelo de sus deudos. 

Pueda que se apaguen las llamas de este importante movimiento que nace desde el corazón de los pueblos andinos, pero no por tanto la pavesa que lo alimenta se volverá ceniza. Porque el despertar ya no es de uno, son de dos, eso es suficiente, para marchar otra vez por las rutas de la libertad y la justicia. Viva el pueblo.

Ginebra, febrero 2022.

 

 

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[1] Andina, palabra que se adapta más a un país mayoritariamente “marrón” (en la jerga peyorativa de una minoría racista); o mestizo que facilita ocultar lo indio para resaltar lo blanco. Lo andino me parece un concepto incluyente, como hilo conductor de toda la categoría de la sociedad peruana. 

2 Karl Marx, en sus escritos justificaba la colonización americana e India. Atacó a Bolívar de ser feroz con los españoles. Claro, la visión eurocentrista hace invisible a los pueblos indígenas, los pastusos, pobladores indígenas cercano al río Pasto, por entonces estaban siendo también masacrados por el libertador.

3 Los cantones de Appenzell-Rhodes Interior y Glaris de Suiza siguen votando a brazo alzado en sus respectivas plazas públicas, en un ambiente de fiesta. El voto femenino, en este país, se obtuvo por una reforma constitucional en 1971. El modelo suizo de la democracia es uno de los mejores de la comunidad humana.