Diego Fernandez Stoll estuvo entre quienes acudieron a despedir al maestro Daniel Kirwayo en un cementerio de Lurin cerca a la waka y el oraculo de Pachakmak, lugar apropiado para un genio de la guitarra y la musica que comprendio claramente su rol espiritual, curativo, innovador y visionario. Aqui el claro y sentido homenaje de Diego. Qamlla allinlla Hanaq Pachapi qollana Daniel Kirwayo.
Adiós, maestro Daniel Kirwayo
Diego Fernández Stoll
Ayer durante su velorio, luego de mirar por última vez el rostro apagado de mi amigo
y maestro Daniel Kirwayo, algunos de sus familiares sugirieron que debía despedirme
tocando algún tema en la guitarra. Me negué rotundamente, pues mi vergonzosa torpeza
con las cuerdas habría arruinado el impecable homenaje que le rindieron esa noche
maestros como Alberto Juscamayta, Rolando Carrasco y Javier Molina, así como los
talentosos discípulos de Daniel, Roger Valencia y Oscar Quenta. A pesar de que tuve el honor de seguir formalmente algunas clases con el maestro Kirwayo, de ninguna manera puedo considerarme un digno seguidor suyo en materia guitarrística. Por eso, creo que él preferiría que me despida con estas palabras, recordando su amistad, sus enseñanzas y sobre todo, su legado artístico.
Aún así, no dejo de considerarlo como un irremplazable mentor, cuya partida deja un
vacío imposible de calcular. Las pocas lecciones que me impartió durante estos últimos meses fueron verdaderas clases maestras en el arte del sonido, pues Daniel Kirwayo fue en definitiva un artista de vanguardia, cuyo genio y espíritu eran también urgentemente contemporáneos. De hecho, el maestro Kirwayo tuvo la gentileza y paciencia de preparar un curso de Música Asistida por Ordenador, rescatando casi dos décadas de sus experiencias acumuladas en torno al tratamiento digital del sonido.
Tendrá que pasar mucho tiempo antes de que surja otro artista peruano con tanta
creatividad para hilar lo tradicional con lo moderno. Ante todo, Daniel era un cultor
disciplinado y respetuoso de nuestras culturas sonoras ancestrales, pero también un
innovador arreglista e intérprete que sin duda contribuyó a forjar las actuales técnicas y estilos de diversos instrumentos de cuerda. La guitarra fue su gran compañera en una búsqueda que trascendió fronteras, mundos y dimensiones. Fue también el primer pincel en un arsenal de herramientas con las que desplegó su imaginación creadora. Como todo un artista del sonido, Daniel quiso explorar inclusive detrás de las cuerdas, y eso lo llevó a entablar una relación espiritual con la madera. Se hizo lutier para desentrañar los enigmas de su instrumento, y durante una larga estadía en la Francia se perfeccionó en las sutilezas de ese exigente oficio. Al volver a su patria, recorrió nuestros inmensos bosques
en místicas peregrinaciones que lo guiaron, entre ícaros y visiones, hacia los árboles que amorosamente transmutó en bellos charangos, guitarras y requintos.
En su búsqueda por un sonido propio que armonizara el respeto por lo tradicional con la inquietud por lo contemporáneo, Daniel inició en la década de los noventas un trabajo experimental a partir de las nuevas tecnologías. Su estudio digital de grabación se convirtió en un templo electroacústico donde el artista pudo refugiarse entre perillas y pixeles, maquinando el futuro de la música peruana. Quien escuche producciones como Taki Onqoy logrará reconocer una vertiente pionera del arte sonoro peruano. Las últimas producciones que el maestro preparaba con rigor absolutamente científico en su pequeño y acogedor estudio de Lince evocan paisajes nunca antes imaginados, en los que sirenas cibernéticas se sumergen gustosas en las aguas eternas de la tradición.
Todos estos fabulosos sonidos que nos ha dejado Daniel Kirwayo son la materialización
de casi seis décadas de arduo trabajo artístico. Quizás le haya llegado ahora al maestro un merecido descanso. Pero su espíritu inquieto necesita embrujar a las nuevas generaciones, y movilizarlas por medio de su arte místico del sonido. Su legado inmaterial queda en visiones y proyectos aún por realizar. Uno de sus grandes sueños consistía en fundar una escuela peruana de lutería, así como establecer festivales regionales del baulín. Quedan esos y muchos otros retos para quienes deseen mantener viva su memoria.
Lima, 25 de enero del 2012
Para escuchar los sonidos del maestro golpear en Guitarra Peruana: Homenaje a Daniel Kirwayo, de canal Aviruka de Youtube
Adiós, maestro Daniel Kirwayo
Diego Fernández Stoll
Ayer durante su velorio, luego de mirar por última vez el rostro apagado de mi amigo
y maestro Daniel Kirwayo, algunos de sus familiares sugirieron que debía despedirme
tocando algún tema en la guitarra. Me negué rotundamente, pues mi vergonzosa torpeza
con las cuerdas habría arruinado el impecable homenaje que le rindieron esa noche
maestros como Alberto Juscamayta, Rolando Carrasco y Javier Molina, así como los
talentosos discípulos de Daniel, Roger Valencia y Oscar Quenta. A pesar de que tuve el honor de seguir formalmente algunas clases con el maestro Kirwayo, de ninguna manera puedo considerarme un digno seguidor suyo en materia guitarrística. Por eso, creo que él preferiría que me despida con estas palabras, recordando su amistad, sus enseñanzas y sobre todo, su legado artístico.
Aún así, no dejo de considerarlo como un irremplazable mentor, cuya partida deja un
vacío imposible de calcular. Las pocas lecciones que me impartió durante estos últimos meses fueron verdaderas clases maestras en el arte del sonido, pues Daniel Kirwayo fue en definitiva un artista de vanguardia, cuyo genio y espíritu eran también urgentemente contemporáneos. De hecho, el maestro Kirwayo tuvo la gentileza y paciencia de preparar un curso de Música Asistida por Ordenador, rescatando casi dos décadas de sus experiencias acumuladas en torno al tratamiento digital del sonido.
Tendrá que pasar mucho tiempo antes de que surja otro artista peruano con tanta
creatividad para hilar lo tradicional con lo moderno. Ante todo, Daniel era un cultor
disciplinado y respetuoso de nuestras culturas sonoras ancestrales, pero también un
innovador arreglista e intérprete que sin duda contribuyó a forjar las actuales técnicas y estilos de diversos instrumentos de cuerda. La guitarra fue su gran compañera en una búsqueda que trascendió fronteras, mundos y dimensiones. Fue también el primer pincel en un arsenal de herramientas con las que desplegó su imaginación creadora. Como todo un artista del sonido, Daniel quiso explorar inclusive detrás de las cuerdas, y eso lo llevó a entablar una relación espiritual con la madera. Se hizo lutier para desentrañar los enigmas de su instrumento, y durante una larga estadía en la Francia se perfeccionó en las sutilezas de ese exigente oficio. Al volver a su patria, recorrió nuestros inmensos bosques
en místicas peregrinaciones que lo guiaron, entre ícaros y visiones, hacia los árboles que amorosamente transmutó en bellos charangos, guitarras y requintos.
En su búsqueda por un sonido propio que armonizara el respeto por lo tradicional con la inquietud por lo contemporáneo, Daniel inició en la década de los noventas un trabajo experimental a partir de las nuevas tecnologías. Su estudio digital de grabación se convirtió en un templo electroacústico donde el artista pudo refugiarse entre perillas y pixeles, maquinando el futuro de la música peruana. Quien escuche producciones como Taki Onqoy logrará reconocer una vertiente pionera del arte sonoro peruano. Las últimas producciones que el maestro preparaba con rigor absolutamente científico en su pequeño y acogedor estudio de Lince evocan paisajes nunca antes imaginados, en los que sirenas cibernéticas se sumergen gustosas en las aguas eternas de la tradición.
Todos estos fabulosos sonidos que nos ha dejado Daniel Kirwayo son la materialización
de casi seis décadas de arduo trabajo artístico. Quizás le haya llegado ahora al maestro un merecido descanso. Pero su espíritu inquieto necesita embrujar a las nuevas generaciones, y movilizarlas por medio de su arte místico del sonido. Su legado inmaterial queda en visiones y proyectos aún por realizar. Uno de sus grandes sueños consistía en fundar una escuela peruana de lutería, así como establecer festivales regionales del baulín. Quedan esos y muchos otros retos para quienes deseen mantener viva su memoria.
Lima, 25 de enero del 2012
Para escuchar los sonidos del maestro golpear en Guitarra Peruana: Homenaje a Daniel Kirwayo, de canal Aviruka de Youtube
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