La Amazonía: Del menosprecio al descubrimiento. Hacia una reivindicación indígena del territorio, Roger Rumrrill
Tomado de la pagina de Chirapaq las reflexiones paradigmaticas y ancladas en la realidad amazonica e indigena de uno de los mas importantes pensadores peruanos, que conviene escuchar con atencion, y como remedio al pensamiento akatanqa de la derecha peruana
Hombre de palabra franca y didáctica, cultor sobre la Amazonía, comunicador y escritor. Ha publicado más de 25 libros sobre la Amazonía peruana; tan meticuloso en su pasión por la selva peruana que lo llevo a escribir desde la historia, ensayo, poesía, narrativa y el guión de cine. Recordador nato y periodista como pocos. Miembro de CHIRAPAQ Centro de Culturas Indígenas del Perú.
Participó como moderador y sistematizador en las mesas de Foro Regional Yánesha y Asháninka, realizado en Junio en Izcozacín, departiendo sobre las implicancias de la política y su relación con la amazonia, y haciéndolo totalmente entendible a todo público, empezamos la conversación colectiva.
“Nosotros no estamos solo ante una crisis económica, esto va mas allá. Tenemos ante nosotros una crisis civilizatoria, el modelo de vida se ponen en cuestión, tenemos que ponerlo en discusión y revisarlo a la luz de los últimos acontecimientos” –dice Róger- “por lo tanto si el modelo de vida entra en crisis, los defensores del sistema se vuelven más agresivos, históricamente cuando los imperios entran en decadencia se vuelven más violentos en su accionar”. Las palabras de Róger reflejan movimientos de afirmación entre los lideres Amazónicos, quienes en carne propia viven esa decadencia violenta en sus territorios y formas de vida. Y prosigue “…los sistemas en decadencia entran en contradicciones internas que generan crisis que hacen que deseen más recursos para generar poder, se trata de acumular recursos para mantener su poder: las materias primas: oro, plata, petróleo, gas, zinc, biodiversidad”
Una lluvia fuerte –como los que hay hermosamente en nuestra Amazonía- somete a nuestra maloca comunal a un intenso golpeteo sonoro, pero no impide seguir con la didáctica explicación de Róger “…en nuestro país y estado se refleja esta crisis desde hace un tiempo, incrementando su carácter extractivista por la demanda de materias primas. Estamos ante un estado extractivista y que en sus formas más directas o indirectas afecta a las comunidades y pueblos indígenas, porque en sus tierras y territorios se encuentran los yacimientos petroleros, gasíferos, reservas forestales y material genético”.
La convicción y experiencia que le da las cuatro décadas de una cruzada colectiva –a veces-, solitaria –la mayoría de los casos- para salvar nuestra Amazonía peruana de la marginación social y económica que los estados y una indolente sociedad peruana predisponen de ella, y su entusiasmo para difundir su potencial socioeconómico y ecológico, le hacen decir que “la Amazonía es un espacio estratégico disputado, a veces violentamente, otras veces consensuadamente. Desde su menosprecio histórico hasta el interés en ella por su inserción al mercado mundial desde finales del siglo XIX, por el descubrimiento de una valiosa materia para la producción automotriz: el caucho; hace que comience a verse con otros ojos a la selva”.
De sangre amazónica, nacido bajo las influencias de natal Iquitos, nunca pierde la perspectiva histórica y nos trasmite esa sintonía: “pero el hecho que no estaba insertado -la selva- en la mente y en la economía de los peruanos, no hace que no pase nada en este territorio, especialmente en la selva central donde hubo uno de los levantamientos que retumbo los cimientos del poder colonial como el que protagonizo Juan Santos Atahuallpa, que nunca fue derrotado. Esta rebelión mesiánica-milenarista en contra el poder colonial español es esperado desde entonces por los pueblos indígenas actualmente, ellos piensan que volverá a poner orden en el caos actual”. Muchos líderes amazónicos presentes esbozan una sonrisa de satisfacción, tal vez ellos son conscientes que la presencia de este rebelde de la selva central es parte de su historial de lucha y Róger solamente les pone en autos para la memoria, y continua: “durante el siglo XIX el caucho fue su forma de inserción a los ojos del mundo y en la selva central a finales del siglo XIX, luego de la bancarrota moral y económica que produjo la Guerra del Pacifico, se funda la colonia del Perené, cedido a capitales ingleses con un territorio estipulado en 500 000 hectáreas, donde se tiene historias de relaciones violentas y formas de trabajo semi-esclavo que sometían los colonos a los pueblos indígenas. Luego en el siglo XX tenemos la concentración de tierras por parte de capitales nacionales e internacionales, la pugna de territorios entre estado, capitalistas, colonos y pueblos indígenas, la reforma agraria que remueve el sistema de poder imperante y la promulgación de la ley 22650, ley de Comunidades Nativas, que da el marco normativo y de existencia legal, dentro del compleja relación entre estado y comunidades, pero ayuda a la creación de formas asociativas y de poder como lo fue la creación de la Federación de Comunidades Nativas Yáneshas FECONAYA en 1969”
La unidad indígena
Luego de una breve pausa para un refrigerio, con el sol abrazador que pertenece a esta selva y el calor que nos remite siempre a refrescarnos permanente, proseguimos con los retos que enfrentan los hermanos amazónicos y a las pistas por donde ir para lograr articular demandas y acciones; pero una palabra resuena en la reunión: Unidad.
“Para enfrentar con éxito estas amenazas tenemos que forjar alianzas programáticas y estratégicas, alianzas ya analizadas, pero todavía cuesta en llevar a la práctica, creo que debemos consolidar una alianza Andino-Amazónica para enfrentar las políticas nefastas hacia los pueblos indígenas; plantear desde la unidad de todas las fuerzas la modificatorias de la ley de consulta previa y la ley forestal” . Suena nuevamente la palabra unidad conjuntamente con la de exigir, muchos de los hermanos indígenas saben lo que es, la exigencia es parte de su vocabulario por la terca conducta contumaz de un Estado que los margina de las decisiones sobre sus tierras y territorios, -y continua diciendo Róger- “la unión inseparable entre tierra, territorio e identidad es fundamental para los pueblos indígenas, por lo tanto en las plataformas se debe considerar el control inmediato del territorio; el reconocimiento legal y social de las reservas comunales indígenas; la titulación de las tierras indígenas por parte del estado y algo muy fundamental, la revisión de las leyes, normas y contratos petroleros, gasíferos y forestales que sean un peligro o ya están impactando negativa en las comunidades, sus formas de vida, economía y cultura”
Quizás recordaremos más una de las mejores frases de Róger, en uno de los recorridos para ir a comer bajo ese sol canicular de Izcozacín, con su mirada sentenciosa nos dice “lo que únicamente a veces quiere el ser humano es respeto, los pueblos indígenas esperan ese respeto hace centenares de años; pero ahora, si no los respetas, ellos harán que los respetes”.
Hombre de palabra franca y didáctica, cultor sobre la Amazonía, comunicador y escritor. Ha publicado más de 25 libros sobre la Amazonía peruana; tan meticuloso en su pasión por la selva peruana que lo llevo a escribir desde la historia, ensayo, poesía, narrativa y el guión de cine. Recordador nato y periodista como pocos. Miembro de CHIRAPAQ Centro de Culturas Indígenas del Perú.
Participó como moderador y sistematizador en las mesas de Foro Regional Yánesha y Asháninka, realizado en Junio en Izcozacín, departiendo sobre las implicancias de la política y su relación con la amazonia, y haciéndolo totalmente entendible a todo público, empezamos la conversación colectiva.
“Nosotros no estamos solo ante una crisis económica, esto va mas allá. Tenemos ante nosotros una crisis civilizatoria, el modelo de vida se ponen en cuestión, tenemos que ponerlo en discusión y revisarlo a la luz de los últimos acontecimientos” –dice Róger- “por lo tanto si el modelo de vida entra en crisis, los defensores del sistema se vuelven más agresivos, históricamente cuando los imperios entran en decadencia se vuelven más violentos en su accionar”. Las palabras de Róger reflejan movimientos de afirmación entre los lideres Amazónicos, quienes en carne propia viven esa decadencia violenta en sus territorios y formas de vida. Y prosigue “…los sistemas en decadencia entran en contradicciones internas que generan crisis que hacen que deseen más recursos para generar poder, se trata de acumular recursos para mantener su poder: las materias primas: oro, plata, petróleo, gas, zinc, biodiversidad”
Una lluvia fuerte –como los que hay hermosamente en nuestra Amazonía- somete a nuestra maloca comunal a un intenso golpeteo sonoro, pero no impide seguir con la didáctica explicación de Róger “…en nuestro país y estado se refleja esta crisis desde hace un tiempo, incrementando su carácter extractivista por la demanda de materias primas. Estamos ante un estado extractivista y que en sus formas más directas o indirectas afecta a las comunidades y pueblos indígenas, porque en sus tierras y territorios se encuentran los yacimientos petroleros, gasíferos, reservas forestales y material genético”.
La convicción y experiencia que le da las cuatro décadas de una cruzada colectiva –a veces-, solitaria –la mayoría de los casos- para salvar nuestra Amazonía peruana de la marginación social y económica que los estados y una indolente sociedad peruana predisponen de ella, y su entusiasmo para difundir su potencial socioeconómico y ecológico, le hacen decir que “la Amazonía es un espacio estratégico disputado, a veces violentamente, otras veces consensuadamente. Desde su menosprecio histórico hasta el interés en ella por su inserción al mercado mundial desde finales del siglo XIX, por el descubrimiento de una valiosa materia para la producción automotriz: el caucho; hace que comience a verse con otros ojos a la selva”.
De sangre amazónica, nacido bajo las influencias de natal Iquitos, nunca pierde la perspectiva histórica y nos trasmite esa sintonía: “pero el hecho que no estaba insertado -la selva- en la mente y en la economía de los peruanos, no hace que no pase nada en este territorio, especialmente en la selva central donde hubo uno de los levantamientos que retumbo los cimientos del poder colonial como el que protagonizo Juan Santos Atahuallpa, que nunca fue derrotado. Esta rebelión mesiánica-milenarista en contra el poder colonial español es esperado desde entonces por los pueblos indígenas actualmente, ellos piensan que volverá a poner orden en el caos actual”. Muchos líderes amazónicos presentes esbozan una sonrisa de satisfacción, tal vez ellos son conscientes que la presencia de este rebelde de la selva central es parte de su historial de lucha y Róger solamente les pone en autos para la memoria, y continua: “durante el siglo XIX el caucho fue su forma de inserción a los ojos del mundo y en la selva central a finales del siglo XIX, luego de la bancarrota moral y económica que produjo la Guerra del Pacifico, se funda la colonia del Perené, cedido a capitales ingleses con un territorio estipulado en 500 000 hectáreas, donde se tiene historias de relaciones violentas y formas de trabajo semi-esclavo que sometían los colonos a los pueblos indígenas. Luego en el siglo XX tenemos la concentración de tierras por parte de capitales nacionales e internacionales, la pugna de territorios entre estado, capitalistas, colonos y pueblos indígenas, la reforma agraria que remueve el sistema de poder imperante y la promulgación de la ley 22650, ley de Comunidades Nativas, que da el marco normativo y de existencia legal, dentro del compleja relación entre estado y comunidades, pero ayuda a la creación de formas asociativas y de poder como lo fue la creación de la Federación de Comunidades Nativas Yáneshas FECONAYA en 1969”
La unidad indígena
Luego de una breve pausa para un refrigerio, con el sol abrazador que pertenece a esta selva y el calor que nos remite siempre a refrescarnos permanente, proseguimos con los retos que enfrentan los hermanos amazónicos y a las pistas por donde ir para lograr articular demandas y acciones; pero una palabra resuena en la reunión: Unidad.
“Para enfrentar con éxito estas amenazas tenemos que forjar alianzas programáticas y estratégicas, alianzas ya analizadas, pero todavía cuesta en llevar a la práctica, creo que debemos consolidar una alianza Andino-Amazónica para enfrentar las políticas nefastas hacia los pueblos indígenas; plantear desde la unidad de todas las fuerzas la modificatorias de la ley de consulta previa y la ley forestal” . Suena nuevamente la palabra unidad conjuntamente con la de exigir, muchos de los hermanos indígenas saben lo que es, la exigencia es parte de su vocabulario por la terca conducta contumaz de un Estado que los margina de las decisiones sobre sus tierras y territorios, -y continua diciendo Róger- “la unión inseparable entre tierra, territorio e identidad es fundamental para los pueblos indígenas, por lo tanto en las plataformas se debe considerar el control inmediato del territorio; el reconocimiento legal y social de las reservas comunales indígenas; la titulación de las tierras indígenas por parte del estado y algo muy fundamental, la revisión de las leyes, normas y contratos petroleros, gasíferos y forestales que sean un peligro o ya están impactando negativa en las comunidades, sus formas de vida, economía y cultura”
Quizás recordaremos más una de las mejores frases de Róger, en uno de los recorridos para ir a comer bajo ese sol canicular de Izcozacín, con su mirada sentenciosa nos dice “lo que únicamente a veces quiere el ser humano es respeto, los pueblos indígenas esperan ese respeto hace centenares de años; pero ahora, si no los respetas, ellos harán que los respetes”.
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