El Huámbar y yo andamos encerrados varios días (¿ si no es semanas, meses o años?). A veces está pidiendo a los Apus para hablarme que estamos designados el uno al otro. En otras, cuando no tiene mi respuesta, lo veo intentando partir de esta vida colgándose por la cintura.
Un día vino a impresionarme dándome un performance poético, comparándome con las ninfas y diosas del Olimpo. Como no le funcionó, me dice palabritas como, "sunquypa ruruchan" o me canta "chullalla sarachamanta".
A este challwa, lo conozco como a la palma de mi mano; será por eso que se calma, me mira y me alcanza chicha de jora, agarra el charango y canta para los dos.
Comentarios
Publicar un comentario
No se permiten comentarios anonimos, incendiarios, agresivos, despectivos, degradantes ni ad hominem de ningun tipo. Se requieren comentarios bien pensados. Las discrepancias deben ser debidamente sustentadas y no basarse en generalizaciones. Hawansuyo no trata de convencer a nadie de nada y estamos seguros que nos equivocamos a cada rato.