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Todo encontraba no en la IA sino en el Manantial.Canto largo. Yaxkin Melchy Ramos-Yupari


  

 

A water fountain with a pipe

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Jehová, no se ha envanecido mi corazón,

ni mis ojos se enaltecieron;

Ni anduve en grandezas,

ni en cosas demasiado sublimes para mí.

 

(Salmo 131:1)

 


 

Llevé una vida sencilla como la madera

busqué flores en el campo

con las cuales adorné mis pies 

para florecer canté,

para echar raíces tomé otro camino.

 


 

Caminé con los arroyos 

y broté arroyos de oración en mí

abracé a mis hermanos y hermanas

que me consolaron sin dejarme envanecer.

 


 

Así canté en la noche:

 

Ante tus ojos la piedra es suave

Ante tus ojos es dura el agua

Ante tus ojos un destello es la vida  

pero lenta es la vida del alma.

 


 

Adán avanzaba

y encontraba las palabras

como capullos envueltos sobre sí mismos.

 

Las encontraba en los caquis madurando y en las nubes.

 

Así encontrarás como él florecientes

las palabras sembradas por Dios.

 


 

Mi corazón sea tu casa limpia

escuchando la creación,

como un riachuelo fuerte y como un mar suave.

 


 

Rompiste las cadenas del mal pensamiento

y elevaste mi alma a una profundidad aérea.

 

Soñaba sin cansarme en un pensamiento

que brotaba de mi padre y mi madre.

 

Oh manantial.


 

Me dijiste con sabiduría:

 

La fe es una forma de inteligencia

elevada por el amor.

Y el amor es una forma de voluntad

elevada por la gracia.

 


 

En la oscuridad de mis ojos

me senté y allí estabas

 

creando el big bang

el corazón del pensamiento y materia

el cercano y lejos

el antes y después.

 

 


 

Te quiero palpar onda arborescente

que vuelve de remotas galaxias.

 

Respiración de sueños inéditos

iluminada estrella que viene de vuelta

por mares montes abismos 

con los cantos de tu deriva

llegas a las orillas que acarician el corazón.

 

 


 

Cantos que navegan en la geografía del espíritu

¡Sean mi guía!

 

 

La caza es vida o muerte para el ciervo

La caza del espíritu es vida o muerte para el alma.

 


 

Tuviste un sueño

y tu sueño se adelantó en todo

y brillaba y brillaba

 

sin contenerse la palabra

moraba en las partículas

en las montañas 

y en la nieve

 

del monte Tsukuba.

 

 

 


 

Mi alma no tiembla.

 

En mi alma se refracta su divina presencia

un día de invierno.

 


 

Cristo cantaba

y el canto conmovía a las piedras

mi alma de monte volaba

y veía.

 


 

El canto de Jesús conmovía al riachuelo

y éste se desbordaba en una brisa

para mojar los campos sedientos

 

Así mi cuerpo conmovido

se desbordaba en alegría

e inundaba los secos canales.

Ésta es mi alma, yo no la veía,

pero la conocía como alma de piedra

como estrella nueva, como un todavía

que crecía en murallas

cubiertas de hierba nueva.

 


 

Cristo cantaba

si su canto decía reverdecer

las raíces de mi cuerpo

se hundían más profundo en la tierra

los minerales subían atropelladamente

y después de caer por las laderas la tierra reverdecía.

 


 

Crecieron los yomogi

y los pastos

los rododendros se vistieron

con flores hijas de la luz.

 


 

Cristo cantaba

y al oírlo el aire

que nunca es sordo se sacudía.

 


 

-Tú eras aire

y ahora serás sílaba-

 

y en el canto

surgía la palabra.

 


 

-Oh tú que eras estrella

serás pensamiento-

 

y en su canto

surgía conciencia.

 

 


 

Cristo me vio 

con mi alma de piedra

-despierta- me dijo

-tú eres carne de luz.

 


 

Ya nada nos separará del amor de Cristo

le dije a mi corazón

yo no temeré más a las alturas.

 


 

Montes de mi corazón

que entre el mar

que entren cascadas. 

 

Finitos somos

frutos verdes 

madurados

noche y día

pero cortados

finitos olores

 

fugaces fuimos

sintientes sueños

racimos modernos

mundos con puertas

 

no lo sabemos

pero por dulzura

en nuestros hogares

hay frutos maduros

entre palabras.

 


 

Vive el sol y la luna

y la semilla que brota

entre las hojas secas. 

 

Vive el brote eterno del mundo

el brote regado por el río 

que juega con las partículas de polvo.

 

Tú brotas lleno de Cristo

en el corazón de la Galaxia.

 


 

Vive, dice una espiral y vivo

canta, dice una espiral 

y su canto llena de planetas mi canto.

 

Planetas que viven 

Oh Señor

 

dame palabras.

 


 

Cuando me sueltes al silencio

volaré sobre alas de ángeles

por las sendas de tu visión

y las estelas de tus cantos.

 


 

Te vi entrando al mundo

vi arrodilladas a naciones 

navíos, drones, canastas de oro

césares y reyes modernos

ciudades e islas concebidas.

 

Los pueblos que son

y los que serán

los futuros faraones y sus esclavos

los samuráis y mandarines 

las flotas siderales.

 

Te vi entrando al mundo

vi arrodillados a los animales

y las plantas

los petróleos y las piedras 

las gemas y planetas pulidos

y cada palabra

y pensamiento

que ha existido y existirá

los mundos soñados

y sus llamas vaporosas.

 


 

Elevado por la radiante alegría de la paz de Dios

fui claro como la luna llena

 

el tiempo tibio entraba por mi nariz

y exhalaba por mi boca

 

la muerte se postró ante mi Señor

y en el fondo de mi corazón brotaron

cañas entre el manantial.

 

Mis huesos eran polvo del que brotaban árboles

mis ojos nacían otra vez 

 

la muerte se postró ante mi Señor.

 

Desnudo entre gotas de sol

la mañana dilataba su libertad en mi pecho.

 

 


 

Cristo, quitaste voces de mi cabeza

y me llamaste para recordar tu nombre.

 

-Si tú me has llamado

yo me acordaré de tu nombre eternamente-

 

Solo quiero escucharte

abriendo mis oídos, mis sentidos

a tu lengua creadora del cielo y la tierra.

 

 

Sea este corazón afirmación de tu presencia

y sea mi alma ornamento. 


 

Belleza

tú que empiezas en la voz de Dios

quítame los miedos.

 

Belleza valiente de vivir

que no vacilas  

quítame los desvíos

 

quiero ver más allá de los ojos empañados

de esta época.

 


 

Pasarán diluvios

pero tú reencenderás el fuego

sagrado en las islas 

y las lenguas vestirás

con cantos nuevos.

 

Pensamiento valiente

mi corazón tendrá una casa en su músculo

en donde se formarán sueños resplandecientes.

 


 

Los platos se llenarán con alimento.

 

Vendrán a ti, mi corazón, 

con el pan de las nuevas civilizaciones.

 


 

Amiga, profetizaremos 

con el baile del Espíritu en nuestro pensamiento

y voltearé a mis lados como un brote 

que comienza a mirar el mundo.

 


 

Recibirán mis ojos 

la medicina que tú reservas en la creación

y entrará tu claror por mis ojos

romperá las ligaduras del mal

en mis pupilas.

 

Se curarán los calabozos que he visto

y me vestiré en la mirada

con tu belleza.

 

 

 

 

 


 

Habrá un día en el templo del corazón

habrá un árbol en el corazón

que se tornará como de oro.

 

Allí recibiré cobijo

tiernas serán las aguas

donde encontraré entendimiento

 

mi pensamiento será

como el rocío condensado en las hojas.

 


 

Señor mío

he puesto flores en mi mochila

y he puesto semillas en mi balanza.

 

Entre grandes montes donde me escuchas

una semilla ofrendé

a los oídos de mi esposa 

una semilla ofrendé

al oído del tiempo.

 


 

Soñé lo real y vi lo real en el sueño

 

múltiples veces me perdí en senderos tenebrosos

y entré a la boca del lobo

 

múltiples veces me has rescatado

y me has llamado

intercediendo por mí.

 

En mi torpeza me guiaste

entre tolvaneras de confusión y desfiladeros

has sido mi único asidero.

 


 

Gracias a tu bondad

encontré lo que mi alma es

 

en un tiempo que es como una vasija

me mostraste la buena noche y amé el verano 

me mostraste la vejez y proclamé el otoño como prueba de tu voluntad.

 


 

Creado, nacido

y vuelto a vivir

 

cantando soy el manantial 

renacido 

alegre en decir:

 

multiplico las palabras 

como las aguas 

 

 


 

Soy el manantial

bailo con gracia

brotando al pie de un centímetro 

 

aquí 

 

completos 

son los granos de arena

las cumbres del tiempo

las partículas

y las galaxias

 

nada falta.

 

Alabanzas

Alabanzas

 

 

 

 

 

 

octubre de 2025.

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