José Carlos Olazábal Castillo acaba de completar el boletín Pututu 64, su antología mínima de poesía quechua escrita por mujeres, empezando por la pionera Clarinda Matto de Turner . Felicitaciones por tan encomiable y necesaria labor, que retoma el trabajo de antologadores de los 60 y mas recientes, compensando la escasa referencia a poetas mujeres, como explica mas abajo en su Repique . A la versión interactiva que Pututo ha circulado de las redes se añade una version en PDF, si esta fuera mas accesible. Allinmi waykicha Jose Carlos
REPIQUE
Desde hace unos 30 años, la poesía escrita en quechua está en auge y las publicaciones van en aumento. En las antologías de los años 60 del siglo pasado realizadas por Josè María Arguedas y Francisco Carrillo, solo se consideraban a Mosoq Marca, Andrés Alencastre ( Kilku Waraqa) y al mismo Arguedas, mientras que Sebastián Salazar Bondy, solo tomó en consideración los cantos recogidos por los cronistas y la poesía oral a la que llama folclórica. En los registros no existe evidencia de creadoras mujeres en quechua, solo tenemos referencias de las mujeres que cantaron y dictaron los textos recogidos en “Canto de Amor” por el padre Jorge A. lira, entre ellas Carmen Taripha, a quien dedicó el volumen y de la que Arguedas indica que “su repertorio de canciones y cuentos era aparentemente inacabable”.
La primera mención que se tiene de una poesía escrita en quechua por una mujer, es el Yaraví publicado por Clorinda Matto de Turner (1852-1909) en sus “Tradiciones Cusqueñas” en 1884. Esta escritora cusqueña tuvo una especial inquietud en la preservación del “idioma de los incas”, lo cual se manifestó en diferentes escritos.
En el caso de Bolivia Jesús Lara, presenta a la poeta Adela Zamudio (1854-1928) indicando que” su vida y sus convicciones sociales no dejaron sospechar que en sus predios existiera una parcela consagrada al cultivo del quechua y menos aún que en ella floreciera de cuando en cuando alguna poesía. Empero, a muchos años de su muerte, hacia 1946, nos fue dado a encontrar el derrotero de una joya salida de su ingenio ... la poesía se intitula “Wiñaypaj wiñaynin kama”. Se trata de una despedida de amor. Versos escritos en un quechua puro y flexible”.
El primer libro de poesía quechua escrito por una mujer, es el de Lily Flores Palomino, “Troj de poemas quechuas castellano” en 1971. Entre los diez poetas quechuas antologados por Alejandro Romualdo en 1983, la única mujer es Flores, mientras que Julio Noriega, en 1993, entre los 41 poetas incluidos en “Poesía quechua escrita en el Perú”, considera el trabajo de 6 mujeres, de las cuales, Lily Flores y Dida Aguirre ya tenían libros publicados, (tres y uno, respectivamente), María del Castillo había publicado en una revista y las otras dos aún se encontraban inéditas.
En “Harawinchis” de Gonzalo Espino, publicado en el 2022 se consideran a 28 mujeres de un total de 106 poetas, mu- chas de ellas con libros editados. No es aventurado señalar que actualmente debemos tener más de medio centenar de poetas quechuas. Este incremento que se ha dado en los últimos años se puede explicar, entre otros factores, porque hay una mayor conciencia del valor de los idiomas originarios; por los diversos concursos como el Premio Regional de Cultura en el Cusco, el auspiciado por la Universidad Federico Villarreal y el reconocimiento a dos poetasmediante el Premio Nacional de Literatura, así como por la circulación de diversas revistas en quechua, tales como Atuqpa Chupan Riwista y Unaypacha rimanakuypaq.
Las poetas que hoy presentamos, son una pequeña parte de ese gran universo de mujeres que se encuentran en una época de creación muy activa, cuyos resultados ya se aprecian y van tomando un espacio dentro del mundo letrado nacional e internacional.
¡¡Warmiquna sumaqtan qelqasianquichis!!
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