El portal Chiquianmarka.com acaba de publicar este bello relato d Julio Noriega Bermuy, para quien la radio, que ya había funcionado como punto de inflexión en sus estudios del sujeto literario migrante y el tecnotexto, es el medio que nos trae su trabajo ficcional. Felicitaciones hermano LA RADIO QUE SABÍA NUESTROS NOMBRES Jacinto, el hombre a quien tomé por marido, se ganaba la vida de arriero. En el lomo angosto de sus bestias nunca faltaba espacio para cargar con la pobreza y las ilusiones de nuestro pueblo. Llevaba encomiendas que, de ida, curaban el mal de antojos serranos y de vuelta, aliviaban la fiebre de novedades de Lima. Fue justamente el camino de Chacas a Marcará, el mismo que tantas veces había recorrido Jacinto, el que unió nuestras vidas. Aquel día, de madrugada, yo ya había salido hacia Marcará, resuelta a llegar como fuera hasta Lima, allá donde la gente dormía, según decían flotando sobre espumas y donde había pájaros grandes, más que el mismísimo...
Poéticas indígenas y originarias.