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Tiempo de carnaval y memoria con el pumpin de Hualla / Renzo Aroni

tomado de Noticias Ser

Tiempo de carnaval y memoria con el pumpin de Hualla



Renzo Salvador Aroni

En Ayacucho, durante los meses de febrero y marzo, el carnaval llega y se vive al son de la lluvia. En tanto en Lima los ayacuchanos, especialmente los fajardinos, esperan con alegría los concursos de carnavales, organizados por instituciones culturales, clubes de migrantes, asociaciones de residentes y desplazados ayacuchanos, que no han perdido el vínculo e identidad con sus pueblos de origen. Diferentes generaciones valoran y configuran un sentimiento de pertenencia a una comunidad cultural y a un norte de renovación de identidades.

Estas manifestaciones de cultura expresiva subsistieron, a pesar de los problemas de la violencia política, entre los años 1980 y 2000, que azotó principalmente el ámbito rural ayacuchano, causando la muerte o desaparición de muchas personas, y rompiendo los lazos y redes sociales construidas históricamente. Por el contrario, los concursos fueron un espacio de encuentro de resistencia cultural, no solo por la nostalgia del terruño y la experiencia de la vida en el campo, sino también como una manera crítica de expresar el descontento social y político en los tiempos de crisis. Hoy se recuperan, reactualizan y relocalizan continuamente sus expresiones musicales, evocando los pasados remotos más que el pasado reciente dificultoso.

Desde el primer domingo del mes de marzo, vimos la presentación de la comparsa del carnaval huallino, conocido como el pumpin de Hualla, en el concurso del carnaval “Qory Vara de Alcamenca”. Se realizó en el estadio de Huañec de Vitarte, donde ganó la comparsa de la Asociación Cultural de Andamarca del distrito de Hualla, de la provincia de Fajardo, Ayacucho. Desde entonces no hemos dejado de asistir a los siguientes encuentros. El domingo trece de marzo, Andamarca volvió a ganar en el “Hatun Carnaval Huallino”, organizado por el Centro Social de Hualla, en su local institucional, ubicado en “Los Portales” de Santa Anita. El triunfo les permitió conducir la presentación del pumpin huallino en el “XIX Concurso Qory Charango”, encuentro del carnaval fajardino, en la Plaza de Acho, realizado el domingo 20 de marzo. Otra vez ganaron con amplia ventaja a otras diez comparsas, entre ellos las comparsas de los pueblos de Alcamenca, Sarhua, Vilcanchos, Colca, Canaria, Raccaya, Umasi, Tiquihua, etc.

La historia de los concursos de carnaval nace en las tierras fajardinas, específicamente en la altiplanicie de Waswantu, donde se realizan anualmente, desde la década de 1970, los concursos de pumpin. (1) Con el advenimiento de la violencia política estos concursos se interrumpieron por algunos años en la zona pero se trasladaron y reprodujeron en la ciudad capital. Mientras iban llegando familias por desplazamiento forzado, configurando un nuevo escenario de asimilación y adaptación bajo la atención de los migrantes que llegaron en las décadas previas.

El historiador fajardino Guillermo Huyhua divide en tres etapas la historia de los concursos de carnavales de Fajardo en Lima.

a) La primera etapa comienza con la inserción cultural de los fajardinos en Lima donde se crean instituciones de migrantes de diversos pueblos de la provincia de Fajardo desde la década de 1930. En 1959 refundaron y conformaron la Federación Fajardina (FEFA). Estas instituciones, actualmente vigentes, trabajan por el desarrollo integral de sus pueblos y organizan internamente actividades deportivas y carnavales. La institucionalización de los concursos de carnavales organizados por FEFA se da en la década de 1980. Desde esta institución se incentivó la creación de la Federación Departamental de Instituciones Provinciales de Ayacucho (FEDIPA) principalmente para impulsar el concurso de los carnavales a nivel regional, conocido más tarde como “Carnaval de Vencedores de Ayacucho”. En 1984 se llevó a cabo el primer concurso de pumpin en el Estadio de San Cosme, donde participaron diversos conjuntos musicales que llegaron desde los pueblos de Fajardo, como el célebre grupo “Waylla Ichu de Huancapi”, ganador en aquella ocasión. Este concurso era similar a los realizados en la altiplanicie de Waswantu, donde se daba énfasis a la textura de las canciones y el mensaje del mismo.

b) La segunda etapa del concurso se enmarca entre los años 1993 y 2003. Conocido como “Qory charango”, que eran divididos en tres géneros: Pumpin, Costumbrista y Tradicional, además del Chimaycha del sur de Fajardo, con premios para los ganadores de cada género. En el género del pumpin, Hualla destacó en seis ocasiones.

Es sorprendente la diversidad de géneros musicales de la provincia de Fajardo: desde el norte con el estilo del carnaval de Vilcanchos, parecido al carnaval de Huancavelica; el costumbrista de Sarhua; el tradicional de Alcamenca; el pumpin de Colca, Huancapi, Cayara y Hualla; y, el Chimaycha del sur de Fajardo. Expresiones musicales que alternan con instrumentos de cuerda como chinlili, guitarra, bandurria, arpa y violín, de acuerdo a la práctica cultural de cada pueblo. Aun cuando esta diversidad cultural enorgullece a los fajardinos, en los concursos del Carnaval “Vencedores de Ayacucho” no los favorecía porque que ocasionaba ciertas fallas de simetría en la presentación coreográfica, frente a otras comparsas provinciales que se presentaban con un solo estilo.

c) La tercera etapa comienza desde el 2004 hasta la actualidad. Los fajardinos mantienen los diversos géneros del carnaval en las competencias a nivel provincial pero en el concurso del Carnaval “Vencedores de Ayacucho” presentan un solo estilo con la idea de que todo fajardino debía saber bailar los otros estilos de los demás pueblos (2). Desde entonces Fajardo ha campeonado en seis ocasiones con los estilos del carnaval de Vilcanchos, Alcamenca, Hualla y Sarhua.

Susan Cumbe (18), una de las muchachas que vive esta música del pumpin nos dijo: el pumpin recorre nuestras venas, pasamos la vida con nuestro pumpin, no nos cansamos. Otro joven, Mako Tucno (21), quien junto con el profesor Hilarión García, dirigen la Comparsa de Andamarca, enfatizó: el pumpin nace del corazón. En efecto, es lo que sienten, no solo los huallinos, sino también quienes apreciamos este género musical, en la sintonía del palpitar de nuestros corazones con el tintinear de las cuerdas de la bandurria o la guitarra; si acaso uno puede enamorarse profundamente de su música, su gente y su tierra. Es lo que siento, por lo que me da esta tierra con su producción cultural, que viaja en el tiempo manteniendo sus elementos tradicionales y recreando los elementos desde la modernidad citadina, como un género relocalizado; en el tránsito del campo a la ciudad.

En Lima la música del pumpin configura ese artefacto artístico cultural como parte de la memoria social de la producción agrícola, como el aporque de maíz, como un himno al trabajo agrícola y a la vida. El pasado de la violencia representada en las canciones testimoniales. El rescate de la tradición local andina en medio de una pluralidad cultural, como es el nuevo rostro urbano de Lima. Por todo ello tiene la cualidad vibrante de unir sentimientos en la diversidad sociocultural. El pumpin es esa expresión de las leyes de la libertad hecha sonido, danza y canto. Para ser más explícito Flor Valenzuela (23), una joven muy encantadora y perspicaz, siente que el pumpin:

Más que un género musical, es un sentimiento que llevamos en el corazón. Más que el solo el sonido de la bandurria o rondín, nuestros corazones comienzan a palpitar más. Nuestros pies empiezan a moverse, a saltar. Nuestro cuerpo vibra al son de esta música hermosa, que logra sonrisa, recuerdos, alegría y llanto. Pero aún en la tristeza este sentimiento llamado pumpin nos ilumina a bailar hasta más no poder.

- ¿Por qué?

Porque a pesar de no ser nacidos en el pueblo de Hualla nos sentimos tan o más huallinos. Este sentimiento se profesa y se siente en las demás generaciones que vienen...Cómo no darnos cuenta, que un niño que no puede caminar o de uno de tres años, que al escuchar esta música ya comienza a aplaudir y tratar de saltar y mover su diminuto cuerpo. Es algo contagiante, que produce todo lo que te mencioné y se lleva en su ser y su corazón por toda su vida. Y aunque no sabiendo hablar quechua puede entender este ritmo que entusiasma su corazón.

Aunque Flor, no pudo bailar en la Comparsa de la provincia de Fajardo, en la XXIV Versión del Carnaval “Vencedores de Ayacucho” - Patrimonio Cultural de la Nación, en Homenaje al Centenario del Nacimiento de José María Arguedas. Organizado por FEDIPA, en la Plaza de Acho, donde participaron casi todas las provincias de la región de Ayacucho, el domingo 27 de marzo. Ella estuve en las tribunas alentando a los fajardinos, que nuevamente ganaron, por sétima vez, en la historia de los concursos de carnavales ayacuchanos. Ocuparon el primer lugar después de vencer a las provincias de Vilcashuamán y La Mar, que quedaron, segundo y tercer lugar, respectivamente. El esfuerzo de afirmación individual y colectiva articulado al fortalecimiento institucional para lograr triunfos en los concursos de carnavales es lo que representa la Asociación Cultural de Andamarca, los huallinos, los fajardinos y los ayacuchanos en estos encuentros culturales.

Notas:

(1) Jhonatan Ritter, “Cantando se recuerdan. Historia de una música testimonial”. En Revista Cuestión de Estado n° 32, 2003, pp. 80-83.

(2) Guillermo Huyhua Quispe, “Breve historia de los carnavales fajardinos en Lima”, en Revista El Fajardino n° 10, 2010, pp. 32-33.

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