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ARMANDO ARTEAGA ARQUITECTO DE TERRA ÍGNEA / Rosina Valcárcel.

ARMANDO ARTEAGA ARQUITECTO DE TERRA ÍGNEA* (Una Entrevista a Armando Artega) por Rosina Valcárcel (Texto Enviado por José Luís Grados) *Tomado del Facebook de Wilfreod Herencia -------------------------------------------------------------------------------- Final de soledad en Diciembre Y aún cae la lluvia azul o triste como un paisaje de Chagall ARMANDO ARTEAGA ------------------------------------------------ Armando Artega Núñez (Piura 1952). Escritor, arquitecto y periodista. Estudió Arquitectura (UNI); realización cinematográfica en la Academia de Cine dirigida por Armando Robles Godoy y en el Club de Teatro con Reynaldo D’Amore. Y periodismo (PUCP). Fue crítico de cine en Expreso y jefe de la página editorial de Gestión. Es director del Instituto de la Tecnología y la Cultura Andina (ITECA). Libros: Los orígenes formativos de Ayabaca, 1996, Patrimonio arqueológico y arquitectónico de Soraya, 2000, entre varios. Poemarios: Callejón sin salida (1982), Un amor en que aún (2000), Terra ígnea (2004). Las antologías que recogen sus poemas: Alberto Alarcón: Los otros. Panorama de los poetas piuranos desde 1960 (Ubillus, 1986). Enrique Álamo y Walter Navarro. Estudio de la poética regional, Piura (Grama florida, 1990). Sigfredo Burneo: Antología comentada de la expresión literaria contemporánea en la región Grau (Ubillus, Piura, 1992); Jorge Ita Gómez: Breve antología de poetas piuranos, (Los Tallanes, 1993). Julio Aponte: Karminka, antología de la poesía piurana. (Lima, Juan Gutemberg, 2000). Félix Huamán Cabrera: Como viajero le editan el artículo “Obrajillo: posada de arrieros. Canta y sus encantos” (setiembre, San Marcos, 2004). Actualmente integra el comité de la revista Sol & Niebla. Intachable trayectoria. ¿Para quién no fue maravilloso arribar al centro de Lima en los años ’70, oír a Los Saicos y saborear un chilcano de pisco? Entre el Wony y el Palermo conocí a Armando Arteaga. Tenía ojos brunos, largos cabellos, era vivaz y sonriente a menudo, compartía su mesa con Félix Puescas, Alfonso Vinces Davis, Pedro Reyes, Max Castillo, Luis La Hoz y Nelson Castañeda [1]. El 19 de julio de 1979, a los dos años del heroico paro nacional, sale Penélope # 3, revista dirigida por Arteaga y M. Castillo; vibré con el “Cantar de los Cantares” poema suyo. En 1984 obtengo Maestra vida # 4, revista con dibujos de Carlos Ostolaza y textos conmovedores de Armando: “Boleto de regreso”, “Caballo negro sobre yegua blanca” y “De un gato (al modo de Richard Eberhart) y sentí orgullo. Reencuentros 2000, domingo 12 de marzo, 7 pm. Armando, Enrique Verástegui, Mariano Querol y yo rendimos tributo a Arthur Rimbaud en un hotel miraflorino (coordinó el Centro peruano de teatro). 2001, jueves 8 de noviembre compartimos “Exhortación a la poesía joven” acto en el Café literario de la UNI. Valoré sus poemas: “Esa Escultura de Mujer”, “El Pez / Poesía Concreta”, “Numen” y “Abismo Inmenso”. Confluimos en otros recitales: 2003, octubre, Centro Cultural de España (jornada erótica) 2004. 29 de octubre, auditorio Vallejo, Boulevard de Quilca y viernes 3 de diciembre, Feria del libro (FCE). Acerca de Un amor en que aún (2000) Ismael Pinto sostuvo: “Arteaga es un poeta que mayormente tiene su obra poética dispersa en diversas revistas, muchas de ellas, como es usual entre nosotros, de vida breve o brevísima: Ave destino, La Sagrada Familia, Macho Cabrío, Kilka Blues, Hipocampo de Oro y otras, de restringida circulación. Quizá, por ello, ni siquiera es mencionado en la reciente antología de la Poesía Peruana Siglo XX, no obstante por su obra tener, mucho mayor derecho de más de uno de los que allí figuran”[2]. Cuentos de cortometraje (2001), son relatos sucintos que tratan de los sucesos cotidianos de la comunidad rural andina y de las enormes urbes, mundanas, individualistas y alienantes[3]. 6 p.m. Martes 7 de diciembre del 2004 estamos en el Dominó café de los Portales de la plaza San Martín, y abordo a Armando, no sé si estoy frente al defensor de los derechos humanos, al viajero contumaz o al crítico de cine, cuyas páginas nos dieron luz sobre filmes de Lucino Visconti, Francoise Trauffaut y Michelangelo Antonioni. Veamos: Callejón sin salida (1986) fue acogido por la crítica. Jorge Salazar advirtió tu contribución como “Lo ilusorio convertido en realidad infinita y plural”. ¿En ese poemario tocas temas urbanos. Notamos un puente entre el y Terra ígnea, en tanto la poesía urbana es la que destaca, ¿sí? Puede ser, hoy en día la brecha entre campo y ciudad casi no existe, todo se ha urbanizado, se ha desruralizado el mundo, da pena hallar ese desequilibrio, porque somos naturaleza pura, el hombre se está olvidando que somos hijos de la tierra, que apestamos a mugre del planeta, nos hemos apiñado en las ciudades, pero tengo confianza en que el hombre volverá a vivir en la naturaleza del campo cuando repare de que allí la vida es superior y no existe el stress de las ciudades. En ambos libros hablo de esta neurosis urbana que predomina en la cultura actual. No hay una salida armónica a los problemas fundamentales de la sociedad contemporánea. ¿Tu poesía urbana es una proyección de tu visión arquitectónica de las cosas? La poesía para que sea real tiene que tener cierto orden, una coherencia, hasta esa racionalidad tenía el metalenguaje de los surrealistas. Si hay un arte donde la racionalidad siempre está presente es la arquitectura, porque sino se te viene abajo el edificio. Aunque en la literatura y en la poesía, es más libre la cosa, no puedes dejar de hacer cerebro, a eso le pones corazón y la combinación funciona. Lo que gusta en un poema excepcional es ese misterio oculto que tiene el lenguaje de un poeta, el modo diferente como dice las cosas, aunque el tema siga siendo tan trillado, o el mismo, desde los tiempos de Li Po, André Bretón o T.S. Eliot. ¿En algunos poemas de Terra se da superposición de espacios, es intencional? Creo que sí, eso hay que dejárselo a los críticos, aunque ellos andan perdidos en nebulosas y veleidades literarias. Por otro lado en el Perú hay pocos críticos. Hay que reconocer que en Terra hay muchos espacios culturales, claro que no sólo tengo la intención de superposición de espacios, también de los tiempos y las culturas, lo digo: ladrillo tras ladrillo, en el discurso del libro. ¿“Plaga de langostas” es un texto de crítica al capitalismo, o hay otra intención? Ese poema, sin ser explícito, expresa una dura crítica al capitalismo, a la actitud mercantilista e injusta que refleja este modelo. No soy torpe, reconozco que ese sistema dio cierta comodidad a la humanidad. Con toda su barbarie, engendró en los países del tercer mundo sus bolsones miserables y periféricos, ghettos inaceptables donde permanece el medioevo, que no sé si como época anterior fue mejor que la actual. Nunca he aceptado que el llamado progreso sea sinónimo de “avance de la humanidad”, la sociedad se está volviendo más idiota, consumista, devoradora, angustiada por la “civilización”, sin darse cuenta que no hay tal avance y cada día vivimos peor. Nos falta nuevamente encontrarnos con el hombre (de carne y hueso) y el planeta solitario llamado tierra. “Plaga de langostas” es también un reclamo ecologista por la vida, por la libertad, contra las fuerzas centrípetas que devastaron el continente americano con la conquista europea en contra de una cultura nativa y panteísta a la que teníamos derecho, pero no lloro sobre la leche derramada, al contrario, planteo la utopía del cambio de actitud frente a la naturaleza. “Sopa de letras” es un poema postmoderno, ¿por qué usas la técnica experimental, por el contenido histórico, por la ironía...? El hombre es la criatura más tonta y además inteligente, se ha creído que puede jugar con las utopías y los experimentos sociales que él mismo ha creado: la histeria, la guerra, la bicicleta, el arte textil, el atún en latas, y la postmodernidad con la respectiva muerte de la historia, eso a mí me causa gracia, va dejando un enorme basural en la cultura actual cuando trata de hacernos olvidar y volvernos con amnesia total. No, pues, yo tengo buena memoria, no sigo a la moda, me importan un bledo los predestinados a mirar el futuro, arriesgo mi propio pellejo, apuesto toda mi lucidez en contra de los que manipulan la cultura actual porque manejan los medios de comunicación, no hay tal postmodernidad, no estamos en la “fisterra” del medioevo, aunque a menudo incomunicados ya estamos más informados. Soy un poeta de una provincia del imperio, escribo lo que me da la gana, soy irónico ante la perspectiva de los agoreros de este tiempo. El poema “De una muchacha (a la manera de Kenneth Koch)” lo ubico al estilo beat o hippie, ¿será porque lo escribiste a mediados de los ‘70? Yo soy un atento lector de la poesía norteamericana del siglo pasado, no de la de ahora después del 2000 que no tiene mucha importancia, entonces comprenderán que parte de mis influencias literarias son del 70. Conocí a Kenneth Koch en un encuentro inesperado, de pura suerte, hablamos casi sin entendernos mucho, era un gringo bien bacán, medio gordito, con una enorme barba y anteojos ray ban, conversamos unos 20 minutos, le dije que había traducido y realizado una versión de su poema “Estabas vestida”, que había desnudada a esa muchacha, le gustó, sonrió: bien, bien, me respondió, publícalo. He leído varias cosas de él, pero lo que siempre me gustó fue la gran sinceridad yankie para decir las cosas. Claro, yo admiro a la beat generation y a otros poetas de ese momento: Robert Duncan, Lawrence M. Ferlinghetti (citado en Terra), Robert Creeley, James Wrihgt, y tantos otros. Mis amigos saben que conservo varias legendarias antologías de la poesía estadounidense (en inglés) como las editadas por Mark Strand, la de Paul Carroll, y la estupenda (en español) de Ernesto Cardenal y José Coronel Urtecho, firmada por Cardenal. Róger Santiváñez en el Proemio a Terra dice que eres un poeta marginal, hay quienes discrepan, ¿cómo entiendes tú esa afirmación? Para nada. La palabra marginal es un tanto segregadora. La teoría de la marginalidad de Aníbal Quijano, como la teoría de la informalidad de Hernando de Soto, vienen de la sociología y la economía, aplicadas a la literatura son actitudes tan caducas como las de sus patrocinadores: José Miguel Oviedo habla también de este fenómeno en la poesía del 70, estuvieron en boga en algún momento y pasaron de moda. Nunca tuve una actitud marginal ante nada. Soy amigo de casi todos los poetas y movimientos poéticos del 70, participé con ellos en las pendejadas y en las tristezas, actos y festejos. Muchas revistas del ‘70 y algunos suplementos literarios, me publicaron. Supongo que Róger habla de otro sentido del out-siders, se equivoca cuando dice “pequeñas revistas como Maestra Vida” pues tenía más tiraje que La Sagrada Familia, esa es la verdad de la milanesa, y allí publicó Raúl Zurita, por ejemplo Terra ígnea Terra ígnea sabe a tierra caliente, a sol, a fuego, y reúne a los amores del juglar. Para él “Terra es un libro volcánico, telúrico, geológico, topográfico y tal vez arqueológico, allí se dan todos estos tiempos y espacios. Hay cierta nostalgia de los ‘70. Es un encuentro con el desierto, el mar y el sol piurano. La vida de un poeta es la vida de todos, por lo tanto hay algo de mis grandes amores y desamores. Del libro me gusta esta definición sobre el amor: El olvido es un amor sincero, en el poema Geometría. La amistad es algo muy hermoso, ya lo dijo Hipolyte Taine: Nada existe más que por la acción del individuo; y es a éste a quien debemos conocer. No hay hecho más personal que la amistad. Frecuento desde siempre a muchos amigos, libros, ciudades, y poemas, con la música me pasa algo inédito: me molesta el ruido de las cosas, espero volver a reencontrarme con ella”. Corolario Terra ígnea es una suerte de metáfora de la condición del poeta. El objetivo es el autoconocimiento, el encuentro de la identidad del sujeto y la simbiosis con los otros, otras. AA eleva lo cotidiano indagando su sentido más hondo. Compone universos de diversidad filosófica, mítica y mental. Terra consta de cinco capítulos y 38 poemas. Él tituló así su poemario porque deseó juntar cobre, rubí y fuego. lo esencial, que sintetice su experiencia vital. AA parece decirnos que cuando uno viaja se carga sólo lo indispensable. El leitmotiv del periplo se orienta desde el título del libro hasta el poema final “Terra ígnea”. En efecto, AA muestra su rico equipaje de aventurero. Su libro es el fruto de sus aciertos y errores, amores, desencuentros, lecturas y amistades, sus experiencias poéticas vitales, donde se expresa la vida del autor y donde la existencia y el arte están fusionados. En TI están presentes los temas centrales del aeda: amor, muerte, fe y desesperanza, la historia y la soledad. Poeta será aquel que nos saque de lo habitual, sí, Saint-John Perse: Poeta será aquel que nos saque de lo habitual. Por ello el poeta, a pesar suyo, se halla vinculado al acontecimiento histórico. Nada en el drama de su tiempo le es extraño... Que evoque en el mundo mismo una condición humana más digna del hombre original. Que asocie, por fin, -más estrechamente- el alma colectiva a la circulación de la energía espiritual en el mundo. Frente a la energía nuclear, ¿bastará a esos fines la lámpara de arcilla del poeta? Sí, si de arcilla se acuerda el hombre, basta con que el poeta sea la mala conciencia de su tiempo. Y Arteaga logró sacarnos de lo habitual, gracias por ello. Notas.- (1) -Muchos poetas del 70 hicimos migas en tertulias y bohemia sea en el Wony o en el Palermo. Hay referencias culturales en Terra ígnea ¿qué recuerdos evocas, libros, música? -La amistad con los poetas es una de las cosas más preciadas. He escrito artículos sobre el Wony y el Palermo, fue algo bueno pasar por allí. Mas, también he andando por otros sitios, el Juanito, el Cordano, el Munich, el Machu Picchu (San Francisco), el Queirolo. Y también, El Ayllu (Cusco), El Romano y El Rosado (Trujillo), El Chalán (Piura). No me he sentido extranjero en estos lugares; pero tampoco tengo el sentido de posesión de los instantes. Pasé por allí como en todas las cosas de mi vida, de largo, eso sí recuerdo hice entrañables amigos, entre ellos poetas, y escritores de toda laya. 1 Los lunes, Concytec, 1989. [1a] Al finalizar la compilación presente llegó a nuestras manos Terra ígnea (Lluvia, 2004, octubre) de Armando Arteaga, su alta calidad motivó esta entrevista. [1]Pintor y leal amigo suyo. [2] Expreso, 4/3/2000 p.4 [3] Antologías donde aparecen sus poemas: Alberto Alarcón: Los otros. Panorama de los poetas piuranos desde 1960. Ubillus, 1986. Enrique Álamo y Walter Navarro. Estudio de la poética regional, Piura, Grama florida, 1990. Sigfredo Burneo: Antología comentada de la expresión literaria contemporánea en la región Grau, Ubillus, Piura, 1992; Jorge Ita Gómez: Breve antología de poetas piuranos, Los Tallanes, 1993. Julio Aponte: Karminka, antología de la poesía piurana. Lima, Juan Gutemberg, 2000. Félix Huamán Cabrera: Como viajero le editan el artículo “Obrajillo: posada de arrieros. Canta y sus encantos, setiembre, San Marcos, 2004.

Comentarios

  1. Gran sorpresa grata, hallar esta entrevista aquí. Mi gratitud y aprecio. Saludos, Rosina Valcárcel

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