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Las mujeres se empolleran. Poéticas emergentes: Gloria Alvitres, Karuraqmi Puririnay y Lourdes Aparición. Gonzalo espino, Mauri Mamani Macedo

Sobre la poesia de Karuraqmi Puririnay (que esta de cumoplewata), Lourdes Aparición y Gloria Alvitrz, Gonzalo Espino y Mauro Mamani Lacan de publicar este estudio en torno a la idea de su empollaramiento. Ha salido el pasado fin de año el el Numero 32 de la  Revista de Estudios de Teoría Literaria, que se puede descargar aquí 
Allinmi.







1. Tejidos comunes
n el Perú, la compleja situación política tuvo su punto más crítico en el marco de las protestas ocurridas entre diciembre de 2022 y enero de 2023, las cuales evidenciaron un país dividido. Subrayamos el incremento de la pobreza, la continuidad de la corrupción
instaurada abiertamente en los años 90, el abuso de todos poderes que han puesto en riesgo el modelo democrático –desprecio hacia la provincia (Puno)–, las prácticas discriminatorias de los ministros de estado y la existencia de un parlamento que ha anulado casi toda la
institucionalidad democrática. Tras las manifestaciones por parte de la población, el resultado nefasto fue el asesinato de 62 personas, el desprecio por la provincia y la misoginia y desprecio del ministro de Educación contra las comunidades aimaras y awajún (Amnistía Internacional, ¿Quién disparó la orden?).

En este contexto son los jóvenes y las mujeres, especialmente, quienes se empolleran. Es decir, aquellas que dan –y dieron– una importante batalla social, lo cual ha venido acompañada por el empoderamiento femenino. Esta situación es posible encontrarla en la creación literaria que, sin duda, marca un giro poético en el país, tal como intentaremos evidenciar. 

Al respecto, una serie de colectivos dan cuenta de la complejidad de las expresiones poéticas en castellano, en castellano andino o en lenguas indígenas. Tal es el caso de la revista Poesía Sub25, que publica tres números con el mismo nombre entre 2014 y 2016, además de Sub25 Edición Terruk (2016). Otros espacios son Ánima Lisa, blog de Rodrigo Vera, Daniel Sánchez Ortiz, Michael Prado, Santiago Vera y Luis Alberto Castillo; Versoser, Revista impresa y digital de Literatura y Creación (2017- 2020), con iniciativas en páginas en línea en Facebook y Instagram que, por ahora, está discontinuada, y Vallejo & Co., sitio con más de 10 años de presencia en el medio, con un e-book y un portal que sigue vigente. Vale precisar que, en la última década, no solo han aparecido los protagonistas de la nueva poesía quechua, como Percy Borda, Olivia Reginaldo, Irma Álvarez Ccosscco, Saúl Gomes, Elizabeth Ocsa, RiynaAguilar Quispe (Espino, 2022), los de la amazonía, Dina Ananco o Bikut Sanchium, sino también lo que viene configurándose como poesía andina en escritoras como Carolina O. Fernández, Gloria Alvitres, Karuraqmi Puririnay, Lourdes Aparición o Pilar Vilcapaza.

A lo anterior se suma La Subversiva, núcleo poético de mujeres de importante presencia que publica a través de Facebook y de un blog; de sus integrantes, destacan Karuraqmi Puririnay, Alma Apoalaya y Bartolina Willka. Entre los quechuas, llegan a formar núcleos que
animaron Tutaharawin, en la UARM, que después darán lugar a la revista Ñawray y el Club de los Poetas Originarios, que aparecen en las redes sociales (especialmente en Facebook). Lo mismo sucede con el grupo Emergente del Mar, desde la ciudad de Pisco, que lanzó el Cyberencuentro Poético del Sur Andino Peruano. Poétika. Los encuentros de poesía, al mismo tiempo, resultan relevantes porque ubican las diversas tendencias de la producción poética
contemporánea, entre ellas el Festival Internacional Primavera Poética, que alcanza este 2024 su XI versión y que dirige el poeta Harold Alva; lo propio con la Caravana de poesía, sobre
todo el Festival Caravana de Poesía, “Perú {…} poema por escribir”

Los colectivos, las redes sociales y las publicaciones literarias permiten advertir un giro poético en la escritura femenina; por ello, es necesario interrogarnos lo siguiente: ¿qué ha sucedido entre las escritoras? ¿Se puede hablar de un nuevo giro en la poesía escrita por
mujeres? Si es así, entonces, ¿de qué colectivos nos referimos? ¿A quiénes y qué publicaciones cabría identificar? ¿Cuáles serían los rasgos que las caracterizan? En ese sentido, proponemos
leer la producción poética reciente desde la condición de mujer y de las formas poéticas combinadas, pues encontramos que estas se concentran en la memoria y en el sujeto femenino. En efecto, estamos ante una mirada andina caracterizada por la irreverencia poética y la presencia del territorio, lo que explicaremos a continuación.

La imagen de la mujer que aparece en los poemas se halla asociada a la memoria, a la historia o a los contextos sociales. De tal modo, la palabra emerge en tanto diálogo focalizado en las “ancestras” y como nominación directa y explícita; esto implica, por un lado, la reconstrucción de la imagen femenina y, por otro lado, el desplazamiento del componentefalocéntrico en la poesía peruana. Pero esta imagen se estructura también con los avatares
cotidianos, con la sensibilidad y, por ello, con la relación con el otro, esto es, como cuerpo del deseo o como cuerpo que disputa y que se confronta con aquello que se la ha impuesto desde las coordenadas sociopolíticas mujer (provinciana-mujer trabajadora).
La irreverencia, por su parte, aparece como elemento que define a este grupo de poetas. Por ello, resulta pertinente asociarla no solo al coloquialismo y la fluencia del texto, sino también a la manera en cómo el tono del poema cobra sentido (léase la burla, el juego, la
parodia); en suma, discursos que ironizan y en los que la realidad se lee como hipérbole. Los poemas de estos núcleos, formalmente, no se centran en un solo programa retórico debido a que
prefieren el verso libre, transitan por lo coloquial, adquieren formas líricas envolventes o experimentan con la página en blanco. Por ejemplo, las escritoras Lourdes Aparición y Karuraqmi Puririnay allanan el espacio, diseñan caligramas, exploran con la disposición del verso, utilizan desde estructuras versales minimalistas a textos relativamente extensos, e incluso despliegan sus creaciones como prosas poéticas.

Los trazos textuales dialogan con el legado andino asociado a su cosmovisión; así, la materia lingüística interactúa con esos universos que, desde la lengua del poema, los leemos como andinos; es más, en ocasiones, aparece el esplendor poético quechua. Resulta un
tratamiento poético que los poetas configuran, así lo hace Carolina O. Fernández, así se revelan las poetas andinas, que aparecen en la muestra Qaylakas (Aparición). Tal como lo define Karuraqmi Puririnay: “nos despojaremos de nuestro inocente alfabeto” (51). El locus poético ha dejado de ser el amoenus para convertirse en un territorio andino que se revela como adverso o como una suerte de elemento que cubre de ternura los actos de la gente; asimismo, aparecen otros espacios –el hogar y el trabajo– a partir de los cuales enuncia la voz poética. 

En síntesis, se trata de un conjunto de formas que sublevan y que tensan las maneras del decir a la que la antecede. De allí que esta escritura, caracterizada por surgir en los márgenes y por despreocuparse sobre el destino de la poesía, opera como desafiante del canon gracias a sus intervenciones en redes sociales o a la presencia de núcleos generacionales. Estos últimos,
desde luego, logran aquello que Claudia Rodríguez Monarca recuerda como dinámica de desplazamiento. Tales enunciados los pondremos en diálogo con tres poetas: Gloria Alvitres,
Karuraqmi Puririnay y Lourdes Aparición.

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