Aprendiendo la relación del mito y la poesía a partir de los gatos en Cesar Athualpa Rodrigues y Charles Badelaire. Gracias Juan Alberto
Son explicitas las relaciones entre Charles Baudelaire y Cesar Atahualpa Rodríguez (Cesar Augusto Rodríguez Olcay). En Las flores del mal (1857) se consignan dos poemas con el título El gato (XXXVI y LIV). El primero es un soneto, y el segundo, diez estrofas, divididas en dos partes. Existe un tercer poema, más célebre aún, que lleva el título de Los gatos (LXIX). A su vez, César Atahualpa Rodríguez nos entrega varios textos (Psicología felina, Pereza, Ebriedad), en los que desarrolla la temática felina, además de otros, de referencia parcial.
El soneto Los gatos de Charles Baudelaire, cuyas particularidades versales exhiben alejandrinos, tiene bastante proximidad, en los aspectos rítmicos, sobre todo en los de duración e intensidad con Psicología felina de Cesar Atahualpa Rodríguez, E1 poema de Charles Baudelaire ha merecido varios estudios, entre ellos, uno célebre y ampliamente difundido, y debido a dos autores clásicos de la metodología estructuralista: Román Jakobson y Claude Lévi-Strauss. El trabajo se titula Los gatos de Charles Baudelaire, publicado en estructuralismo y Literatura (1970) y reproducido después en Ensayos de Poética de Jakobson (1977). Este estudio aísla el texto y hace operar sobre él una metodología que se mueve según los diferentes aspectos del sistema de la lengua.
Claude Lévi-Strauss, en la nota liminar del mencionado trabajo, explica proximidades y distancias entre producción poética y mítica. Encuentra un terreno común en manifestaciones del nivel semántico. Y, precisamente, este nivel está fundado en las relaciones que se establecen entre los procedimientos medulares del poema: el metafórico y el metonímico. Así parece la imagen del gato asociada a la mujer, tomando para ello además antecedentes explícitos en los otros dos poemas de Baudelaire que llevan por título El gato, ya mencionados. Los gatos de Baudelaire aparecen imbricados a otros sujetos del poema: amantes (fervientes) y sabios (austeros), amigos de la ciencia, éstos, y de la voluptuosidad aquéllos. Se establecen entre estos sujetos relaciones complejas que^ finalmente, se proyectan hacia un nivel simbólico.
Son cercanas entonces, las significaciones y sentidos, y también los símbolos entre los textos de Charles Baudelaire y Cesar Atahualpa más obvio es el animal al que nos remite el sustantivo y, además, sujeto del enunciado principal. Un sujeto que desde el inicio nos entrega una dimensión dilatada, en cuyo interior, y en estricta dependencia de él, afloran otros sujetos menores. Visto así, el poema de Cesar Atahualpa Rodríguez es la descripción de un gato, en sus relaciones con la luz y las sombras, con el día y la noche, elementos que provocan pasividad o agresividad, según los casos.
El tratamiento metafórico del poema de Cesar Atahualpa Rodríguez se resuelve al ingresar este discurso al último terceto, portadora de la connotación semántica, más una mención directa del autor de Las flores del mal: "Como un poeta huraño que lee a Baudelaire", verso con el que finaliza el poema. Este verso final, y los dos que lo anteceden, logran la trascendencia de lo felino a lo humano.
Pero hay, entre Charles Baudelaire y Cesar Atahualpa Rodríguez, otra relación también interesante, y es la establecida entre Psicología felina de Cesar Atahualpa Rodríguez y El albatros de Charles Baudelaire. Si bien los títulos marcan distancias temáticas, sin embargo los tratamientos establecen proximidades entre estos dos textos, es decir, la imagen del hombre en sus relaciones con la realidad y con el mundo interior, que evidencia el componente ideológico del mensaje, que es semejante en ambos poetas.
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