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El mito fundacional de Papres. Jesus Occottoma


Jesus Orccottoma comparte este mito y análisis asociado al flujo    de las aguas y el origen de su pueblo. Vasos comunicantes con las acequias de la ñusta en Yucay. 




               El mito fundacional de Papres


©Jesus Orccottoma

 

Este mito sobre el origen del grupo étnico de Hatun Papres, fue narrado en el idioma quechua por un sabio  de la actual comunidad campesina de Papres (Acomayo/Cuzco). Por su inmensa importancia histórica, transcribimos literalmente en las siguientes líneas. Al final de esa memoria oral, realizamos algunas reflexiones puntuales:  

“Había una población en las cercanías de Paracaylla, encima de Araypallpa de nombre Masma (maska) Kalla. No tenían agua para cultivar las tierras y menos para consumir. Por eso enviaron como comisionado a Waskar K’ente a Llactaracay, lugar que se encuentra ubicado en las alturas del actual Papres, para llevar agua a la zona de Awaqpata (zona de Araypallpa). De esa manera, le dieron a Waskar K’ente la semilla del agua (unu mukhu), en un depósito hecho de caña de carrizo. Además, le habían recomendado no mirar el contenido en su travesía de regreso hasta llegar a su destino. La tentación les ganó en el camino de regreso, pues en el lugar llamado Paracaylla, abrieron el pequeño depósito de carrizo. Una vez abierto, de ese depósito salió una culebra (o una lagartija), y corriendo se perdió entre las peñas y arbustos; de allí, de inmediato empezó a brotar agua. Es por eso que en Paracaylla hay mucha agua. 

El Waskar Q´ente llegó sin el agua a Masma (Maska) Kalla, y les contó que no le habían enviado la semilla del agua. Al saber esta noticia, los pobladores enviaron otro comisionado llamado Siwar K’ente. Y éste al llegar a Llaktaraqay les preguntó sobre la semilla de agua. Y la población de Llaktaraqay respondió diciendo que, si habían enviado agua a Waskar K’ente. Al saber esa mentira, los pobladores de ese sitio, en el lugar de Runawarkuna lo habían colgado al segundo comisionado. No obstante, antes de salir de Masma (maska) Kalla, Siwar K’ente les había dicho que, si no regresaba, habría en el cielo un Yawar K’uychi (un arco iris de sangre).

 Y los pobladores al ver que no retornaba Siwar K’ente fue toda la población de Masma Kalla en su búsqueda. Al llegar a la zona de Runa Warkuna encontraron muchas llamas de muchos colores, las degollaron, con las tripas se habían envuelto el torso y el cuello. El hígado y los pulmones lo utilizaron para morder y tenerlo entre los dientes, y con la sangre se pintaron la cara. Así ya pintados, entraron y encontraron a los pobladores de Llaqtarakay, los capturaron en la zona de Raymisqapampa. De allí, viéndose vencidos los pobladores de este lugar, huyeron despavoridos hacia Quihuares, K’uñutambo, Rondocan. A los de Rondocan les prendieron fuego en el trasero, desde esa fecha los de Rondocan son conocidos como “Ninachupas” (rabo de fuego). Los que huyeron hacia K’uñutambo, hicieron ocultándose bajo tierra (pampa shuskhu), es por eso que desde esa fecha a los de Kuñutambo se les llama “pampa shuskhu” (los que viven como las lombrices), y los de Quihuares huyeron entre las q’oyas, es por eso que se les llama los “Q’oya sunkhas”.[1]

 

Algunas reflexiones puntuales:

v En el periodo pre inca, en la margen izquierda del río sagrado Apurímac, estaban asentados dos grupos humanos: los Chilques (de origen Collagua) y los Papri (originarios del lugar llamado Masma (Maska)/ Kalla, cerca de la hacienda Paraccaylla): los dos grupos mencionados, ocupaban el territorio de Contisuyu.  Entre estos dos grupos se generaron conflictos y peleas constantes  por el control de las tierras, agua y otros recursos. Como se sabe, la cuenca izquierda del valle del Apurímac es muy seca y con poca cobertura vegetal en comparación con la cuenca derecha. Sobre la cuenca derecha y de sus potencialidades recursos hay evidencias que se describen: uno es Awaqpata, hecha la traducción del idioma quechua significa “lugar para tejer” y muqk’arumi, “lugar de piedras resbalosas”. De ambas traducciones deducimos que eran lugares reservados: el primer lugar, un espacio geográfico con potencialidades para la ganadería de las zonas alto andinas, de la cual fácilmente se desprendían las actividades de hilado y tejido para sus pobladores; el segundo lugar, indicaría un lugar de mucha humedad, quizás de mucha abundancia en recursos hídricos. Es allí donde se establecieron los tres primeros grupos étnicos:   los Runtukas, o actual pueblo de Rondocan, los K’uñus o pueblo de Kuñotambo y también Qhehuares.

 

v Era un espacio donde la actividad ganadera y de tejidos eran las principales actividades, pero ubicados en una zona de mucha humedad. En el mito de Papres que describimos, aparece como el eje central y con fuerza la necesidad de contar con la “semilla de agua”. Y en ese lugar donde habitaron esos tres grupos étnicos había los recursos hídricos en abundancia y, se convierte en el objetivo principal del grupo originario de Papres. Este lugar va ser el punto final en la salida de los primeros pobladores de Papres. Del lado del Contisuyu pasaron hacia las fronteras del Qollasuyu, cruzando el río Apurimac. Y ese traslado es forzado e impulsivo por la supremacía de los Chilques sobre los Papres. Las fronteras geográficas y las demarcaciones territoriales de esos grupos lo encontramos en los estudios hechos por D. Poole ( 1982)[2], obviamente, esos aportes nos ayudaron en las reflexiones sobre ese hecho histórico.  

 En esa misma perspectiva, encontramos otros testimonios orales en el trabajo realizado en la comunidad campesina de Quihuares y Yarccacunca, que refuerzan esa perspectiva y dan cuenta de algunos detalles que complementarios al mito de Papres:

Los Chilques ubicados en la zona de Araypallpa quisieron llevar agua de la parte alta, hasta la fecha existen canales y reservorios que muestran ello, por la cuchilla que desciende por Portalccasa, aún se ve el reservorio y el canal que desciende a la zona de Huarancalla. Lo mismo al frente, al pie de Araypallpa, se ven muchas piedras que estaban siendo desplazadas para hacer pasar el agua, pero no sabemos qué sucedió, posiblemente cantó el gallo[3]

           De las memorias orales que subsisten y que hemos citado in extenso, podemos extraer algunas reflexiones finales sobre el proceso seguido por los primeros habitantes de Papres:

 

v El lugar donde habitaban los Papres en el periodo pre inca era llamado Masma o Masmakalla, cerca de la hacienda tradicional Paraccaylla, en el extremo superior del centro poblado de Collcha, en la margen izquierda del río Apurímac. Era la zona de Contisuyu.

 

v Un grupo contiguo eran los Chillques (hoy, Araypallpa), procedentes del Qollasuyu, quienes llegaron en los tiempos míticos, con quienes había una pugna permanente por el control de los recursos naturales, especialmente del agua.

 

v Por contraste, en la margen derecha había abundancia de recursos naturales como el agua; y los intentos de estos dos grupos por contar con esos recursos de la margen derecha, fueron hechos desde dos lugares: por el lado de Paracaylla (los Papres); y por el lado de Huarancalle (los Chilques). El acceso y uso de ese recurso era un deseo cotidiano de los Papres y los Chillques, y eso efectivamente se dio en bases a acciones violentas, invasiones y despojos. ¿Cuáles fueron las razones de los Papres y no de los Chilques para ocupar la margen derecha de la cuenca del río Apurimac?

 

v Ensayamos algunas reflexiones como éstas: i) probablemente era por el aumento creciente de su población y la escasa cantidad de tierras de cultivo y de agua para la reproducción social de este grupo humano[4] y; ii) por las frecuentes disputas internas entre jefes de la misma etnia o de grupos diferentes. 

Finalmente, agregamos un aspecto singular: la similitud entre el mito de los Hermanos Ayar y el mito de Papres, a través de las acciones de Mama Guaco, en el mito de los Hermanos Ayar; y el ingreso al nuevo territorio, en el mito fundacional de Papres. Veamos ambos casos: 

v En la versión del mito de los Hermanos: se narra que: “Mama Guaco cogió una boleadora y haciendo girar en el aire, hirió a una gualla, antiguo habitante del Cusco, y luego de darle muerte abrió el cadáver y sacándole los bofes sopló fuertemente en ellos. La ferocidad de Mama Guaco aterró a los guallas, quienes abandonaron el pueblo…”.

 

v En la versión del mito de Papres se menciona que: “…al llegar a la zona de Runa Warkuna encontraron muchas llamas de muchos colores, las degollaron, con las tripas se habían envuelto el torso y el cuello. El hígado y los pulmones lo utilizaron para morder y tenerlo entre los dientes, y con la sangre se pintaron la cara. Así ya pintados, encontraron a los pobladores de la zona en Llaqtarakay, los capturaron en la zona de Raymisqapampa. De allí, viéndose vencidos los pobladores de este lugar, huyeron despavoridos hacia Quihuares, K’uñutambo, Rondocan”. 

Quizás, estemos frente a un conflicto interno entre los grupos humanos que habitaron este lugar, para definir los límites territoriales entre los Qollasuyu y el Contisuyu.  Si ese fuera el caso, afirmaríamos que los del Contisuyu expulsaron a los grupos humanos nativos del lugar hacia la margen derecha del río Apurímac.

 



[1] Testimonio recogido en la comunidad campesina de Papres de Mariano Cruz (90 años); Feliciano Huarancca de Sanka (90 años), ratifican el lugar y el nombre inicial donde vivían los primeros pobladores de Papres.

[2]  Deborath Poole: Los santuarios religiosos en la economía regional andina (Cusco). Pág. 79//113.Revista Allpanchis N°. 19, 1982. IPA, Cusco.

[3] Testimonios recogidos en los talleres comunales llevados a cabo en las comunidades campesinas San Juan de Quihuares y la comunidad de Yarccacunca el 22 y el 28 de agosto respectivamente.

[4] Al respecto los actuales pobladores señalan que, en la zona de Quihuares, Yarqacunca, en épocas antiguas los pobladores de Araypallpa – Chelques – querían llevar las aguas desde las lagunas ubicadas en las cabeceras y líneas divisorias del Vilcanota y el Apurímac (espacios comprendidos por poblaciones como Pata Qhehuar, Yanacocha, etc.). A la fecha existen restos de canales y reservorios que van descendiendo por las cuchillas de las montañas hacia la parte baja. Para atravesar las aguas sobre el rio Apurímac se cree que trasladaban piedras, las que a su vez servirían de paso para las poblaciones en la zona de Huarancalla.

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