EL ZORRO EN EL FOLKLORE CHUMBIVILCANO, VERSION DIGITAL (PDF) DESCARGABLE, con introducción de Gonzalo Espino Relucé. Edmundo Montes Ataucuri
Con estas palabras, Edmundo Montes Ataucuri, ha tenido la generosidad de poner a la disposición del publico su mas reciente libro.
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
Un libro de la comunidad: El zorro en el folklore chumbivilcano
Los zorros, atuq(kuna), son parte de nuestra cultura y pueden reclamarlo varios pueblos. Pero la forma como estos mamíferos se han relacionados desde los tiempos antiguos con nosotros, en los andes no solo especial si no singular. El zorro como personaje ha pasado a ser parte de ese protagonista al que se le descafila y se le asocia con el misti o el blanco. Sin embargo, no hay que olvidar el papel y la memoria que se tiene de atuq nuestros en la miradas, palabras y mitos andinos. Actualmente, aparece en los relatos como protagonista burlado y del que uno se ríe con facilidad.
Sabemos que esto no es así. Tuve ocasión de poner en circulación una investigación sobre el zorro en los andes, Atuqpacha: memoria y tradición oral en los andes (2014), allí pongo las coordinadas y claves para la lectura sobre el zorro en los andes, di cuenta de las diversas dimensiones y manifestaciones de sujeto de cultura que lo reconocemos como un mediador de nuestra cultura entre los la gente y los dioses.
Edmundo Montes Ataucuri, maestro rural, uno de los mayores intelectuales campesinos, presenta una versión del Zorro en el folclore chumbivilcano, lo hace como intelectual informado, es decir, que ha investigado a lo largo de años, en formatos escritos y al mismo tiempo los ha escuchado -y recopilado - de los abuelos y gente de Chumbivilcas. Él mismo como quechua, los sabe narrar. En la configuración de la memoria del zorro en Chumbivilcas no solo están los relatos sino las relaciones que este establece con la gente y como atuq lo hace con sus compadres.
El texto discurre sobre las diversas maneras como el (la) chumbivilcano(a) se relaciona con atuq. Los nombres que le dan para no ofenderlo, los frutos que se acompaña, las formas como debe dirigirse, las maneras como el zorro se vincula con la gente, las canciones y las adivinanzas. Todo ello da una imagen completa, la leemos como legado a todo los andes y al mismo tiempo una etnografía completa del zorro en Chumbivilcas.
“El zorro y el viaje al cielo” es sin duda uno de los mitos mayores que tenemos recuperar para precisar la importancia de atuq en todo el territorio andino y su aporte al mundo. El relato que presenta el autor es en esencia el que se cuenta en todos los andes, con las diferencias que se producen por la manera como se entiende al zorro y que función cumplió en la historia. Postulamos que el zorro es un mediador entre los dioses andinos y los runas, la gente, para el rapto de la abundancia, para la lluvia, para prevención de desastre. De esta manera, se entiende que el mundo de los dioses poseedores de todo lo que existe en el mundo, especialmente los alimentos. Es esto lo que hace al zorro, traga abundantemente todo lo que existe en la fiesta de hanan pacha, pero este no pertenece a ese espacio. Es terrestre. Por eso su retorno es fatigoso. Lo suyo será el sacrificio, aunque no pierde el humor ni la picardía. En las comunidades de Ayacucho escuchamos que el zorro, como personaje burlón y pícaro, pide que le tiendan ponchos; sabemos la respuesta, la gente no lo quiere, es oportunidad para que muera, por eso, le ponen estacas y espinas para recibirlo en caída. Este mismo zorro es el que finalmente cae estrepitosamente y su cuerpo se esparce más allá de Chumbivilcas. Es por atuq, zorro, que tenemos todos alimentos andinos de estos lares, algo más, esta misma caída, fue también motivo de que los zorros se expanda por todo el espacio andino y sigan contando sus relatos.
La hipótesis que el zorro era vegetariano nos resulta exagerada, las versiones de Cajamarca siempre dan cuenta de su chacra descuidada. No necesariamente hay que imaginar al zorro como un producto colonial, proponemos leer las narrativas de atuq desde la disfuncionalidad y la presencia en los contextos de modernización vivido en los andes de América. Un protagonista que empezaba a ser acorralado por la ciudad y desplazado de su privilegiado lugar en el campo. Atuq, fue ese protagonista desconfigurado de condición de mediador, convertido en una figura de burlas, pilladas y descalificaciones. En parte la escuela es culpable de esto, el zorro que llegó al texto escolar era héroe descalificado. No fue el zorro la comunidad sino personaje aturdido y burlado recopilado por el nuevo extirpador de idolatrías, el letrado.
El zorro en el folklore chumbivilcano de Edmundo Montes Ataucuri es uno de los libros esperados, una cartografía mayor, en la que el autor nos invita a escucharlo en las diversas fases y aventuras, en las varias maneras de relacionarse con los humanos y las cosas, un libro que da cuenta de la totalidad de la cosmovisión andina de Chumbivilcas y nos invita trabajar monografías específicas que permitan armar ese mosaico llamado identidades andinas. El zorro se sacrifica por la comunidad. No olvidemos que atuq nos retorna al kay pacha, tras el diluvio, retorna sabiamente con anuncios de la buena lluvia o sequía (que permite que el runa se prepare), él mismo se encarga de evitar que los dioses se olviden de la lluvia para los andes, según el decir, de la sierra de Huaraz, etc. El zorro en el folklore chumbivilcano es al mismo tiempo el libro de la comunitaria, como diría Elías Rengifo. Los portadores del saber son los propios integrantes de la comunidad, los habitantes de Chumbivilcas para pensar desde todos los atributos del zorro para la humanidad andina, un libro de necesaria lectura.
Gonzalo Espino Relucé
GI EILA – UNMSM.
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